1) Javier Faroni
(Fallido ingreso a escena)
Productor teatral exitoso, por cierto, su especialidad es el detrás de escena. Pero por esta vez dejó lo conocido para ingresar al escenario principal a hacerle la “claque” al intendente Perogrullo/Cospelito. Penoso. No augura un cambio que sea bueno para la sociedad marplatense.
2) Lucas Fiorini
(Era él, nomás)
Desde el día 1 de la controversia por la policía municipal, fue quien trabajó para darle al intendente los votos que necesitaba para este nuevo fraude. Por lo menos, uno a quien mirar cuando lo que tiene que fallar, falle. Un caso de pistola humeante.
3) Nicolás Maiorano
(Tirando los dados)
Alargó, alargó… Dejó que los dados giraran una y otra vez, hasta que sacó todas las bananas en fila. No tuvo que ejercer el doble voto y saldó con un discurso diferenciador, lejos de las luces del escarnio que podría habérsele dispensado desde la maquinaria de comunicación fascista que orienta Perogrullo/Cospelito.
4) Andrea Carro
(Un clamor desgarrador)
Madre separada, hoy brutalmente sometida a un régimen que la aleja de su hijo por gracia de un Poder Judicial brutal que ignora el derecho y carece de calidad humana para entender los denominados derechos de familia.
5) Fernando Aguerre
(“el Rata” lejos del queso)
Por ahora no. Fernando (a) “el Rata” Aguerre no se podrá apropiar del balneario Waikiki. No alcanzó con la contribución siempre interesada del diario La Capital, y los amigos del poder. ¿Insistirá?
6) Pablo Porzio
(Impertérrito)
Impasible, avanza hacia su instalación nuevamente como juez de la ciudad. Nada parece impedirlo. Los que cuestionan lo hacen entre bambalinas y buscan algún mascarón de proa que exprese en público la inconveniencia de su retorno al palacio de la justicia.
7) María Elena Degaudenzi
(Luchando contra la impunidad)
Docente que le pone rostro y voz a la queja por la impudicia de poder que se da en la Universidad Tecnológica Nacional sede Mar del Plata. Un caldero que está para explotar.
8) Andrés Rodríguez
(Soñando en la era del espacio)
Ingeniero egresado de la Universidad Nacional de Mar del Plata, ex dirigente de la Franja Morada hoy a cargo del control de la operación Arsat-1. Buena esa en la sociedad del demérito permanente.
9) Diego Monti
(Ata los cabos y negocia las prebendas)
Gran titiritero, este mes la cuenta de su celular batirá récord de consumo de tanto que rosqueó para armar un acuerdo (¿cuánto y qué costará?) con el Frente Renovador. Eso sí: Fiorini no fue con el que más gastó el verbo. Hay otro, y con ese habla a diario arrojando dados sobre el paño.
10) Juan Domingo Novero
(El primer depredador)
El retorno de Felipe Solá lo alienta. Reapareció el auténtico “Gato” Novero: “qué parada biológica ni qué parada biológica; vayamos por la última merluza y después vemos qué hacemos”. De temer. Y encima, con alguito de poder.