1) Agustín Cinto
(El henker de los marplatenses)
Se siente poderoso e infalible. Pero no está muy dispuesto a dar la cara si no hay garantías de buen trato: lo suyo es la operación política, ni más ni menos. Un auténtico henker -verdugo- al que nada le inquieta, salvo su ego descomunal y desmedido.
2) Belén Cano
(Coordinando la mentira)
Operadora de medios del fiscal general de cámaras, le pagan los contribuyentes de manera muy generosa (aunque no lo sepan). La “gran operación de narcotráfico” es de una creatividad propagandística que haría transpirar de envidia al mismísimo Goebbels.
3) Gustavo Schroeder
(Junta las monedas)
Que el lunes. O el martes. O quién sabe, algún día… El secretario de Hacienda les da más leña a los golpistas del Sindicato de Municipales. Nadie dijo que sería fácil, pero de ahí a lo difícil que se la pone su amigo Agustín, hay un abismo.
4) Santiago Inchausti
(Aguante la ficción)
Su Señoría “el Manitas” le puso moño judicial en Mar del Plata a la puesta en escena mayúscula que montaron como “el mayor operativo contra el lavado de activos realizado en el país”. Si hubiera justicia, lo que se dice justicia, lo tendrían que enviar al Consejo de la Magistratura para su destitución sin paradas técnicas.
5) Alfredo López
(Hay una mafia)
Ya es título nacional: “Justicia Legítima es una mafia”, y no hay marcha atrás. Es López contra el espacio judicial más colonizado por este grupo de poder que actúa en busca de impunidad.
6) Guillermo Castello
(Cambio de paradigma)
La presentación de un proyecto de ley que proteja a la víctima y no a los victimarios es un cambio de paradigma saludable que este medio acompaña entusiastamente.
7) Antonio Gilardi
(Golpista enardecido)
El líder de la agrupación “Conejo negro” (no hay mago que los haga trabajar) impulsa el derrocamiento del intendente electo por el voto ciudadano. ¿A nadie le importará que se viole la ley de defensa de la democracia con total desparpajo?
8) Daniel Adler
(Lo que haga falta)
Es lo que haga falta: llegó por el cafierismo a ser juez de provincia; denunció a los Montoneros en alianza con las FARC; mutó a defensor de algunos derechos humanos; creó causas, armó pruebas. Pero su entusiasmo prosigue, y ahora les toca a los narcos: si son reales o de ficción, no es el punto. Quesito siempre dice presente.
9) Eduardo Leitao
(Tiene la lapicera)
Tiene la firma, aunque no lo quieran los radicales, que lloran como niños por los pasillos diciendo que no ven bien que lo nombren en el EMSUR. A apechugar, que la mano viene brava.
10) Carlos Mezzamico
(Anuncia el apocalipsis)
Capo de la estiba, anuncia el apocalipsis. Asegura que si la flota fresquera no sale al mar a la brevedad, la situación explota, y todo va a terminar mal, muy mal. Cuando el que anuncia es el mismo que saca gente a la calle, más que predicción, parece anticipación dolosa.