La socióloga chilena analizó en la 99.9 la situación que está atravesando su país y dio detalles sobre los motivos por los que se llegó a una explosión masiva en las calles: “la gente no se está manifestando en las calles por el alza del boleto, sino por el alto costo de vida”.
Chile está atravesando un delicado presente social con manifestaciones realmente multitudinarias, pero también la aparición de la violencia en las calles como común denominador. La socióloga Sofía Donoso habló sobre la actualidad de su país en la 99.9 destacando algunos aspectos.
“Estamos viviendo la peor crisis política y social desde el retorno de la democracia. Es increíble la rapidez con la que llegamos a esta situación. El sábado hubo un notorio silencio de las autoridades del gobierno respecto de lo que iba a pasar, había muchos puntos de la ciudad con manifestaciones y sobre todo, actos de violencia”, dijo primeramente.
Pero a su vez, distinguió el descontento de los chilenos con las prácticas violentas que se están llevando adelante: “hay dos fenómenos distintos, hay manifestaciones multitudinarias y por el otro lado, problemas de orden público severos con niveles de violencia y saqueo que nunca habíamos experimentado. El gobierno está tratando esto como un problema de orden público por eso los militares en las calles y tenemos toque de queda hace 3 días. Estamos como en una suerte de estado de excepción”. Además, agregó que “tenemos un serio problema con el servicio de inteligencia, hace años que arrastramos hechos de violencia por parte de encapuchados y nunca logran parar eso. Me gustaría destacar el caracter pacífico de las concentraciones que hubo en Santiago y otras localidades del país”.
Los motivos de esta situación se remontan a un descontento social que se fue acumulando con un costo de vida muy alto y salarios muy bajos, según el análisis de Donoso. El aumento del transporte, fue sólo el detonante de cuestiones previas: “El motivo es un malestar generalizado con las condiciones de vida de los chilenos y las chilenas. Nos ven como un oasis de tranquilidad pero detrás de eso tenemos gente que trabaja muchas horas al día y que demoran dos horas en volver a sus casas, no tienen espacios públicos para hacer vida social y sobre todo, un altísimo costo de vida”.
La concentración de riqueza en el país también resulta un problema, con los privilegios que conllevan: “tenemos una concentración de riqueza muy importante y no podemos obviar los casos de corrupción. Los chilenos ven como la clase alta tiene un trato preferencial en la justicia evadiendo impuestos”.
Ante toda esta situación, y lo que se está viviendo día a día en las calles, la respuesta del gobierno no es la mejor para apaciguar el contexto: “la gente no se está manifestando en las calles por el alza del boleto, sino por el alto costo de vida. La gente llega a fin de mes porque tenemos acceso al crédito, los chilenos están cansados y agobiados. Las respuestas del gobierno terminan profundizando la situación, no ayudan a conducir a los actores a un diálogo”.
Por último, descartó que la izquierda de Chile esté coordinando los actos de violencia e incluso que haya un movimiento orquestado para que eso suceda: “no hay un actor claro que esté conduciendo esto, es todo muy espontáneo y me asusta la lectura de los infiltrados porque no se está entendiendo de que se trata esto. Es ingenuo pensar que los grupos de izquierda pueden manejar esta cantidad de personas y decirles que se vayan a la casa en algún momento y les van a hacer caso. Hay que ser muy cautos con lo que se dice, sobre todo que la izquierda quiere plantear un escenario de ingobernabilidad”, advirtió.