El director nacional de Normativa y Enlace Judicial del Ministerio de Seguridad de la Nación habló en la 99.9 sobre la presentación que realizaron ante la justicia luego de la medida que tuvo de rehenes a los pasajeros ayer.
Después de la retención de pasajeros que realizaron los gremios aeronáuticos durante la tarde de ayer, se realizó una presentación judicial para que intervenga ante un delito.
El director nacional de Normativa y Enlace Judicial del Ministerio de Seguridad de la Nación, Fernando Soto habló en la 99.9 sobre esta decisión que tomaron y, principalmente de las consecuencias de las medidas gremiales adoptadas: “terminaron siendo más de 2.100 personas, con docenas de gente atendidas por emergencias médicas, según el listado que nos pasó la Policía de Seguridad Aeroportuaria, con múltiples síntomas desde sofocamiento, palpitación, hipertensión hasta contracción en una embarazada. Todo porque a un grupo de personas se le ocurrió que, para que reincorporan una persona despedida, tenían que quedarse literalmente retenidos, privados de la libertad en los aviones. Esto está lejos de ser un reclamo gremial, es claramente una privación de la libertad, es una extorsión también, porque dicen “si no incorporan a la persona que despidieron, vamos a tener parado el tráfico aéreo de las personas retenidas en los aviones”. Es un piquete aéreo, porque así como es delito cortar una calle, es delito cortar el tráfico aéreo. Lo que hizo la Ministra es hacer la denuncia para que la justicia intervenga por hechos que claramente son delitos, delitos penales. No estamos hablando de una judicialización de la protesta, para nada”.
Esta presentación va en contra de lo que fue la inacción gubernamental de muchos años que llevó a que los gremios se consideren impunes: “estamos tan acostumbrados a que sean dueños de nuestro tiempo, de nuestro patrimonio, de los bienes del estado por tantas décadas, que un poco hasta lo naturalizamos. No es normal que pase. Lo hacen con miles de personas, en 10 aviones, en dos aeropuertos nacionales, los más importantes del país. A pesar de ello nos cuesta en la justicia demostrar que esto mínimamente merece una investigación penal.”
Sin embargo, ante el enojo popular, la justicia se está quedando sin argumentos para mirar hacia otro lado y eso, para Soto, forma parte del cambio de época: “los jueces se dan de bruces con el criterio de la gente. Se ve muy claro en los juicios por jurado. La reacción de los sindicalistas es parte del cambio. Una reacción tan excedida creo que no hace más que reforzar en la gente la convicción de que esto no puede seguir más y que Aerolíneas es un desastre, que perdemos un montón de plata. La gente paga su pasaje y no puede volar. Compra un pasaje y no sabemos si ese día volamos o no volamos. La gente está harta”.
En medio está la pelea política de un gobierno que pretende terminar con una estructura sumamente deficitaria para el Estado como Aerolíneas Argentinas: “estamos hablando de gente que tiene prebendas, cobra millones, que defiende su puesto porque despilfarra del estado más de $2 millones por día. Una locura para mantener a esta gente que encima cuando tienen a alguien que lo despiden, hacen esto”, finalizó Soto.