De postales, jugarretas y contradicciones | Cómo en el Antón Pirulero la política lugareña parece el reino de la abstracción frente a la realidad. Una semana que otra vez es desperdiciada…sin desperdicio
Tres temas, tres actitudes y la misma incoherencia.
Una postal que siempre llega
Nadie niega los momentos de especial dificultad por los que pasan millones de argentinos, privados de su trabajo y su sustento, en medio de vacuos debates de la clase política que nunca contienen ánimo ni propuesta de resolver nada.
Frente al municipio un grupo de organizaciones sociales comenzó a pintar una postal que para estos días ya es tan común como aquellas con la imagen de Papá Noel que se envían para desear buenos tiempos a los amigos y seres queridos.
Y otra vez, como en tantas ocasiones anteriores, el tránsito en el micro centro de la ciudad se convierte en un caos capaz de desquiciar los nervios del más templado.
¿Creerán los acampantes que todas esas personas a las que perjudican no tienen problema alguno?, ¿los identificarán con la “puta oligarquía”?, ¿percibirán que todos son funcionarios?, ¿alguien les habrá convencido que cada automóvil de esos cientos que se encuentran encarcelados en la maraña de calles cortadas fue comprado con dinero mal habido, producto de la corrupción?.
Para muchos de nosotros el derecho a la protesta tiene que tener una razonabilidad. Frente al palacio municipal no se encontraban más de 20 ó 30 personas que se adueñaron de las calles destrozando una vez más la recientemente remozada plaza San Martín e instalando algo así como una EXPO-CARPA 2014 en la que una decena de estructuras precarias emergen en mayor cantidad de quienes están, se supone, para habitarlas.
Demasiado circo y pocos artistas; un despropósito cualitativo que a la luz de la escasez de personas se convierte también en cuantitativo.
Y la demagogia, esa que hace que siempre salgan perjudicadas las mayorías silenciosas, permitiendo que cada cual haga lo que se le antoja sin tener en cuenta los derechos del otro.
Tal vez si alguien se anima a prohibir este tipo de manifestaciones todos, incluidos los campamentistas, comenzaremos a vivir mejor.
Sólo se trata de que la pobreza deje de ser el más rentable de los negocios nacionales.
La mala que era buena
Virginia Sosa es una de los integrantes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires acusados de sedición por los hechos de diciembre pasado. Sin embargo la Comisión Internacional de Derechos Humanos acaba de distinguirla junto a otros cuatro compañeros de la fuerza por su lucha en pos del respeto a quienes día a día luchan contra el delito.
¿Pueden existir dos valoraciones tan diferentes?, ¿es lógico que lo que organizaciones como la citada –a la que muchas veces ha reivindicado el oficialismo por su constante reclamo a la Dictadura para que cesara en las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que tenía como política de estado- ven en Sosa y sus compañeros como méritos tan valiosos, aquí sean convertidos en presuntos delitos?.
Como se desprende del escrito que firma el Embajador Gabriel Bertonazzi junto con los otros Comisionados de la organización, las autoridades argentinas no aceptan tomar nota de la distinción obligando a que la entrega de la misma se lleve a cabo en el futuro y sin su presencia.
Parece que otra vez la negación a los hechos consumados se convierte en la única estrategia posible para mantener ocultos en el tiempo los errores de una administración que sigue negándose a rectificar aquello que sea menester.
Y por supuesto el silencio de los medios sirve para sostener esa vieja convicción de que “lo que no se dice…no existe”.
Nos habíamos odiado tanto
La noticia de una posible alianza entre Vilma Baragiola y Carlos Arroyo ha sacudido el ya de por sí convulsionado ambiente político de la ciudad, ya que hasta no hace mucho semejante entente era ciertamente impensada.
¿Qué puede llevar a dos políticos de pensamientos diametralmente opuestos desde lo ideológico a intentar un camino en común cuando se trata nada menos que de gobernar la ciudad?.
¿Cómo resolverán lo referente a las listas distritales si ambos acordarían a partir de agrupaciones vecinales, ya que no aparece hoy como posible que la UCR acompañe a Vilma en esta nueva versión de su proyecto político?.
Y es aquí donde surge entre bambalinas la pregunta liminar…¿está Massa detrás de esta nueva alternativa?…¿tal vez Macri?.
Aunque pareciera faltar aún un trecho largo para que la versión deje de serlo para convertirse en realidad, hay algo que sin embargo es inocultable: lo que se discute hoy en la oposición es un proyecto de poder y no un modelo ciudadano que pretenda la construcción de algo distinto a lo ya existente.
Porque “del otro lado” también las versiones se multiplican.
Que Cheppi y Pulti se reunieron en Buenos Aires y acordaron competir en agosto próximo dentro del espacio del Frente para la Victoria bajando los decibeles de un enfrentamiento personal que ya se ha convertido en un clásico…
Que en el Frente Renovador son muchas las voces que se levantan contra la candidatura de Javier Faroni a la que no pocos consideran inviable…
Que Juan Garivoto sería el “acercador” de Vilma y Zorro1, despechado por haber sido virtualmente desplazado por el tigrense más famoso…
Demasiadas versiones, demasiados alambiques…demasiadas ambiciones.
El desgaste de las fuerzas políticas tradicionales, tan evidente como acelerado, tiene que ver con todas estas cosas. Todos observamos que se han superado todos los límites y que los armados políticos son hoy una postal de las ambiciones más egoístas y disparatadas.
Habrá que esperar entonces para saber en que terminan todos estos escarceos.
Pero lo que es cierto es que el aserrín y el pan rallado que ellos suponen no podrá jamás evitar que todos nos demos cuenta.
Aunque parezcan similares…son tan distintos como incompatibles.