¿A quién creer?

“La radiación produce cambios eléctricos en la membrana de todas las células del cuerpo alterando los flujos celulares, lo que podría tener efectos biológicos importantes” (Portal Médico). “No existen riesgos para la salud asociados con vivir, trabajar, jugar o asistir a la escuela cerca de antenas de estaciones base de telefonía celular” (Medical College, Wisconsin).

pag.5 bEn los últimos años, con el desarrollo de los teléfonos móviles, hemos visto colocar antenas por todas partes; torres repetidoras que hacen posible que los móviles tengan cobertura. Varias antenas de esas características se montan sobre una torre, cuya altura es generalmente de 15 a50 metros, o sobre un edificio.

Desde allí emiten un rayo de radio frecuencia de forma horizontal y muy estrecho, casi como el de un foco de luz, que es paralelo al suelo. El impacto (o no) en la salud humana es tema de controversia y de duro enfrentamiento verbal –a veces jurídico- entre quienes lo afirman y quienes lo niegan. El defensor del Pueblo, Cristian Azcona, conversó con este medio sobre el tema.


“Por esconder que era una antena, Movistar nos dijo que era una torre tanque… Uno ya es grande, no se engaña tan fácil”.

Cristian Azcona

Noticias & Protagonistas: Hay un procedimiento engañoso para una torre antena en especial. ¿Es de Telefónica o de Movistar? Bueno, en realidad es lo mismo, pero operan con caracteres jurídicos distintos…

Cristian Azcona: Sí, nos cambian la razón social, pero es lo mismo. La situación comenzó en julio pasado, cuando se colocó una antena; nosotros intervinimos en diciembre, cuando estaba finalizando la colocación, ahí se supo que era de Movistar, pese a que tuvimos notificaciones engañosas como que era una torre tanque, después que no era una antena, en fin. Con los vecinos logramos hace unos días que la Dra. Mafione, del juzgado de faltas municipal, le cobre una multa de 10.000 pesos a Movistar y retire de inmediato la antena.

 

N&P: ¿Quiénes participaron?

CA: Trabajamos muy bien mancomunadamente todos, los vecinos, la Delegación del puerto, y esta oficina. Fue un procedimiento rápido, porque esta gente también iba rápido, y los vecinos nos decían que trabajaban sábado y domingo y de noche. Es una satisfacción decir que hay una resolución. Sé que Movistar apelará, pero las ordenanzas dicen que no se pueden colocar estas antenas en Acantilados. Pensamos que la resolución será la misma que dio la doctora Mafione. Así que estamos muy contentos, y orgullosos.

 

N&P: La telefonía celular es imprescindible para la sociedad actual, eso está claro. Pero hay que crear un consenso para determinados lugares y no en cualquier lado. ¿Llegó la hora de definir el mapa de dónde hay que poner torres?

CA: Cuando pedimos y apoyamos el tema de la ordenanza suspendiendo por 180 días, fue aceptado por los concejales. Nosotros pedimos una mesa de diálogo con actores de la facultad, médicos, la gente de Ingeniería. Dentro de los fundamentos del descargo, Movistar dice que en la calle Independencia, de Colón a Peralta Ramos, hay 72 antenas y están sobre edificios. Ellos dicen que no provocan enfermedad; que en Rosario las antenas están en las plazas con wi- fi gratis y que esto tampoco genera dolencias o perjuicios. Pero nosotros no nos quedamos con eso, queremos que científicamente nos digan si son perjudiciales y que digan dónde las van a instalar.

 

N&P: En realidad, la empresa no tiene por qué negarse a un requerimiento tan obvio

CA: Claro, por eso mismo no nos gusta que Movistar quiera actuar de prepo en un barrio no permitido, sin documentación. Nosotros pedimos a la Dra. Mafioni, como no se presentaba Movistar, que le clausurara la oficina comercial de 25 de Mayo e Independencia. Ella lo sostuvo, y hubo que llegar a ese extremo para que se presentaran. Después dijeron que la Municipalidad no tenía autoridad para impedir la colocación de la antena porque es jurisdicción nacional. Esto irrita al funcionario, porque el poder de policía no se puede perder; hay que actuar con tranquilidad científica y si la antena provoca un daño, no se colocará. Pero será consensuado.

 

N&P: Es cierto que a veces hay más prejuicio que realidad científica. Pero una empresa tan importante no puede actuar de esta manera. ¿No sería mejor que hicieran una fuerte campaña de concientización y abandonaran la soberbia?

CA: La verdad es que no se entiende; gastan tanto en publicidad… Tuvimos recitales gratuitos con su auspicio, ese dinero podrían haberlo dedicado a campañas explicando que las antenas son inofensivas si es que tienen informes científicos.

 

N&P: Los suecos dicen que no hay relación directa con daño a la salud. Pero acá, que salen informes catástrofe sobre todo en los medios, la gente se asusta, y la compañía comete el error de no explicar, pretendiendo obrar de facto…

CA: Nosotros, como Estado, tenemos algunas falencias: esta antena fue colocada irregularmente, pero EDEA le otorgó una trifásica cuando esta empresa no tenía habilitación municipal ni provincial. En la declaración jurada a EDEA, le dijeron que era para una bomba de riego y no lo verificaron. Eso pasa también con la usurpación de terreno, total es fácil conseguir luz. Eso es general; se pidió una trifásica, para lo que hay que contratar ingeniero y hacer planos, pero no era para una bomba de riego sino para una antena de 28 metros. Algo más: EDEA, en la notificación de diciembre, nos dice que es un tanque de agua muy elevado. Uno ya es grande, no se engaña tan fácil.

 

N&P: El expediente lo inicia Telefonía móvil. ¿Quién es el titular ante EDEA?

CA: Un dueño del terreno junto con un ingeniero. En el reglamento de conexión, EDEA tiene posibilidad de verificar cuando el pedido es de trifásica, pero nunca lo hicieron. Cuando EDEA va a dar trifásica, tiene que tener los controles debidos. Nosotros, con la resolución de la Dra. Mafioni, sabemos que hay que sacar la antena, más allá de la apelación de Movistar. Pero la gente se tranquiliza porque ya no está funcionando; igual todavía se ve una luz titilante toda la noche, y eso es culpa de EDEA, porque pidieron para una bomba pero pusieron otra cosa y no lo verificaron. Hay que trabajar en muchas regularizaciones donde el Estado no cumple con el poder de policía.

Media biblioteca…

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Dice el Portal Médico que si bien hay dudas sobre el posible efecto acumulativo del aumento de la temperatura corporal a largo plazo, es indudable que ejercen efectos biológicos. El papel de las radiaciones no ionizantes como agentes cancerígenos es polémico: se piensa que, en todo caso, actuarían como promotores tumorales, con escaso o nulo poder inicial para convertir genes normales en oncogenes, pero sí para potenciar los que ya se han expresado como tales.

 

En muchos trabajos se ha determinado un mayor riesgo relativo de leucemias, tumores cerebrales y otros cánceres en sujetos que residen en las proximidades de las líneas de alta tensión y entre distintas poblaciones expuestas profesionalmente. La sospecha de asociación más firme se ha establecido con las leucemias infantiles, como se verificó en Gran Bretaña y Australia.

 

También se han intentado relacionar con alteraciones del aparato reproductor, neurológico y cardiovascular, y con malformaciones fetales. Sin embargo, los estudios son contradictorios, sobre todo por la dificultad de medir la exposición a la radiación no ionizante y los métodos epidemiológico-estadísticos usados.

 

Lo que queda claro es que desde el punto de vista de la salud pública, se piensa que hay que considerar estos hallazgos como serias advertencias sobre los potenciales efectos adversos de la radiación, una especie de “evitación prudente”

 

El Dr. John Moulder, profesor of Oncología Radioterápica del Colegio Médico de Wisconsin, se ubica en la vereda de enfrente: “La comunidad científica, tanto de Estados Unidos como internacional, está de acuerdo en que la potencia generada por estas antenas de estaciones base es, con mucho, demasiado baja para producir riesgos para la salud, mientras que la población se mantenga alejada del contacto directo con estas antenas”.

 

Existen algunas razones –dice-, para preocuparse por problemas en la salud humana debidos a los propios teléfonos celulares, pero esta preocupación existe porque las antenas de estos teléfonos transmiten grandes cantidades de energía a radiofrecuencias a partes muy pequeñas del cuerpo del usuario. Las antenas de estaciones base no crean tales “puntos calientes”, así que los posibles temas de seguridad respecto a los teléfonos no son aplicables realmente a antenas de estaciones base.

 

También menciona los casos australiano y británico de 1966, pero sostiene que estudios posteriores demostraron su falsedad: “Estudios epidemiológicos más detallados sobre antenas de radio FM y televisión en el Reino Unido no han hallado evidencias de una conexión con cáncer”.