La reunión I. Nadie sabe muy bien por qué la reunión que se realizó esta pasada semana en Capital Federal por los problemas que afectan a la pesca tuvo al ministro de Trabajo Tomada y a su número dos, Noemí Rial, como anfitriones -justo cuando se hicieron públicos los audios de ambos funcionarios con el encartado criminalmente José Pedraza en la causa por el asesinato de Mariano Ferreyra (ver Actualidad)-. Lo cierto es que a la reunión llegó el titular de la AFIP, Ricardo Etchegaray, quien apostilló mal a los empresarios tratándolos de evasores seriales que se llevan su dinero al exterior. Etchegaray, quien nunca ha sido precisamente un muchacho fácil, les dijo que él está para recaudar y no para dar soluciones a quienes mejor sería que paguen todos sus impuestos, acotando además que ya bastante beneficio tendrían con el plan de pagos en 120 cuotas que lanzó la AFIP para deudas previsionales y fiscales. Los empresarios no salían de su asombro, y le retrucaron que a ellos ese plan no les mojaba la oreja, porque para poder exportar debían estar al día con todas sus obligaciones, ya que, caso contrario, no hay carta de porte y nada sale al exterior.
La reunión II. Salvo Darío Sócrate y Oscar Fortunato, el resto de los presentes eligió callarse la boca y no inquietar al hombre fuerte de la AFIP. Por debajo han puteado de lo lindo, pero eligieron la versión educada y controlada en público. En la reunión se anunciaron mejoras en el precio del combustible que provee YPF, componente esencial del costo empresario, y líneas de crédito que permitirían recomponer el capital de trabajo y apalancar inversiones a tasas fuertemente subsidiadas. En lo de los créditos todos coinciden en “ver para creer”; por ahora, la cuestión se toma sólo como un anuncio. El que pegó una vuelta de tuerca a la situación fue Jorge Frías, de los capitanes de pesca, que pidió por su gente en el tema multas y advirtió que van por la apertura de la paritaria sí o sí.
Perogrullo ambientalista. Gustavo Arnaldo Pulti anunció por medio de su cadena de la felicidad mediática que Mar del Plata tiene planes de contingencia hídrica. Nadie sabía bien de qué hablaba, hasta que lo aclaró en entrevista televisiva con el periodista Daniel Della Torre. Allí, el bovarista en jefe de esta tribu toda bovarista que es Acción Marplatense, detalló su programa. “Los vecinos deberían construir cisternas en sus hogares para contener el agua de lluvia” (sic) porque –acomódese en la silla porque acá viene lo más sabrosón, amigo- “el agua de lluvia es muy buena para lavarse el cabello, lo deja muy brilloso”. Sic, sic, recontra sic. Como plan no parece ser muy práctico, menos que menos económico, menos que menos que menos algo que el Estado proveerá. Pero quién te dice, por ahí funciona, marqués….
Sugerencias ambientalistas. Ya que Perogrullo/Cospelito quiere solucionar el impacto de las lluvias con cisternas, sugerimos desde esta redacción colocar en patios, veredas y balcones tambores de doscientos litros cortados al medio, y luego comercializar el agua de lluvia. Es un recurso barato para ganarse unos pesos –porque en cualquier casa que se precie hay shampoo-. En este orden de que “se arreglen los giles, yo qué tengo que ver” que lleva adelante nuestro lord mayor, podría también ir ya por las guardias urbanas: que cada vecino se arme y salga así a la calle. Que las infracciones de tránsito las cobre el vecino que encuentre a otro cometiendo infracciones, y los vehículos sin VTV que los acarree cualquiera que tenga en su casa una grúa. Por ejemplo. Fácil, simple, barato.
Anuncios. A la denuncia del concejal Maiorano sobre el mal funcionamiento del centro de monitoreo, apuntando que cuanto mucho hay 76 cámaras en funcionamiento y que el sistema de conectividad on line se corta por lo menos una vez por semana, Gap/Perogrullo/Cospelito respondió posando en la foto acompañado por el ineficaz e inexistente César “Mentimiglia” -así lo llaman en el palacio y aledaños- expresando que “las cámaras funcionan todas y los 365 días del año”. Esta semana viene el vuelto de los ediles de la UCR y nos dicen que va a ser muy duro.