Los querellantes en las causas que se siguen contra el exjefe del Ejército César Milani denunciaron ante el Consejo de la Magistratura a dos integrantes del Tribunal que lo absolvió hace tres semanas en La Rioja.
Los apuntados por supuesto “mal desempeño” son Jaime Díaz Gavier, cordobés, y Julián Falcucci, que también se desempeña en la Justicia Federal de Córdoba.
Los denunciantes son Alfredo Olivera y Graciela Ledo. El primero es hijo de Pedro Olivera y fue quien denunció que Milani cuando era subteniente lo secuestró y torturó a él y a su padre durante un operativo en 1977 en La Rioja. La primera denuncia es de 1978 y la reiteró en tres oportunidades, hasta 1985. Por esa causa fue absuelto hace poco.
Graciela Ledo es la hermana del soldado Alberto Ledo, desaparecido en Tucumán en 1976; el 13 de setiembre en esa provincia Milani será juzgado por supuesta falsedad ideológica.
En la denuncia sostienen que los dos jueces mantuvieron reuniones con los defensores de Milani fuera del “ámbito de debate” y señalan que hay “registro audiovisual” de esos encuentros. La presentación indica que Díaz Gavier mantuvo un trato “amistoso” con los abogados y que esa conducta se verificó “cuando se realizó una inspección ocular al Regimiento 141”.
Otro punto señala que la defensora Mariana Barbitta le entregó dos paquetes a un empleado del Tribunal Oral Federal de La Rioja para que se los diera al magistrado. Para los querellantes, los dos jueces tuvieron conductas “hostiles” hacia los acusadores y las víctimas.
En ese contexto incluyen la expulsión de la madre del soldado Ledo de la sala el día que Milani declaró y leyó una carta de Hebe de Bonafini apoyándolo. Cuando la mujer gritó “traidora” le ordenaron abandonar la sala. Fue la primera vez que se registró una situación así en un juicio con una integrante de Madres de Plaza de Mayo.
Enrique Lilljedahl, el tercer integrante del tribunal, no está incluido en la denuncia.