La regulación nueva también permitirá al Gobierno bloquear las adquisiciones de precursores químicos, medicamentos, equipos de protección o maquinaria médica, como ventiladores.
El gabinete de ministros de Merkel se ha otorgado este miércoles nuevos poderes para vetar posibles ofertas públicas de adquisición hostiles y extranjeras para compañías relacionadas con la atención médica, una medida diseñada para garantizar el suministro continuo de productos esenciales durante la crisis del coronavirus y los medicamentos o vacunas, una vez los laboratorios alemanes los tengan listos.
La regulación nueva permitirá al Gobierno bloquear las adquisiciones de fabricantes de vacunas, precursores químicos, medicamentos, equipos de protección o maquinaria médica, como ventiladores. El Ejecutivo podrá examinar las implicaciones de seguridad de una oferta desde fuera de la Unión Europea tan pronto como el comprador posea más del 10% de las acciones de la empresa de atención médica, cuando hasta ahora el umbral era del 25%.
Tensión en los mercados
La decisión ha sido tomada después las tensiones en los mercados globales en torno a materiales considerados cruciales en la lucha contra la pandemia. También se han producido en los últimos días casos que han alarmado a la opinión pública alemana, como el reconocimiento por parte del director general del grupo farmacéutico Sanifi, Paul Hudson, de que entregaría «primero» a Estados Unidos a vacuna, ya que este país «comparte el riesgo» en la búsqueda del tratamiento en el marco de una colaboración con la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA), y al intento del Gobierno de Estados Unidos de comprar Curevac, una empresa farmacéutica de biotecnología alemana que trabaja en el desarrollo de una vacuna contra la enfermedad.
Desde la industria farmacéutica alemana se han escuchado críticas a esta decisión. «Durante una crisis, es más importante que nunca pararse en mercados abiertos», ha declarado el miembro de la junta de la Federación de la Industria Alemana, Stefan Mair, en un comunicado. La empresa BioNTech, que también compite en la carrera por encontrar una vacuna, se ha quejado de una toma de control que, considera, puede entorpecer el desarrollo de los fármacos.
Empresas estratégicas
Anteriormente, el Gobierno alemán aprobó en abril una iniciativa que refuerzaba el control sobre los intentos de compra de empresas estratégicas por parte de inversores extranjeros, en el marco de una reforma acelerada por la pandemia del coronavirus. Alemania busca reforzar la legislación y dar prioridad a «la preservación de los intereses alemanes de seguridad», en particular «el abastecimiento de determinados bienes esenciales, como las vacunas», explica el ministro de Economía, Peter Altmaier.
Berlín ya tenía la posibilidad de bloquear adquisiciones de más del 10% del capital en ámbitos considerados «sensibles» como la defensa y las telecomunicaciones, robótica, inteligencia artificial y biotecnología, si la operación representa un peligro para la seguridad pública. A estos sectores se suma ahora el sanitario y farmacéutico. Bastará una simple sospecha de amenaza contra algún país de la Unión Europea, no solamente contra Alemania, para iniciar un control por parte del ministerio de Economía.