Ante llamada a boicot de Turquía, Europa cierra filas en torno a Francia

La tensión entre Turquía y Francia ha escalado con las nuevas declaraciones del presidente turco Recep Tayyip Erdogan a boicotear los productos franceses, una acción que ha emergido en distintos puntos del mundo musulmán a raíz de la republicación de las caricaturas del profeta Mahoma. Los aliados europeos consideraron “difamatorios” los comentarios de Ankara y declararon su respaldo a Francia “por la libertad de expresión y contra el extremismo y el radicalismo”.

Este 26 de octubre el presidente Erdogan pidió a sus ciudadanos que dejen de comprar productos franceses, una de las últimas expresiones de rechazo del mundo musulmán por la publicación en Francia de caricaturas del profeta Mahoma, tildadas como blasfemias por los musulmanes.

“Ya que allí han pedido no comprar bienes turcos, yo hago un llamamiento a mi pueblo: no comprar bienes franceses”, dijo Erdogan durante un discurso transmitido en directo en la cadena ‘NTV’. Sin embargo, no consta que exista un llamado similar contra productos turcos en territorio galo.

Este llamado al boicot se produce en un contexto marcado por la movilización de musulmanes en varios países de Medio Oriente para dejar de consumir productos franceses en respuesta al deseo declarado de París de apoyar la publicación de caricaturas del profeta Mahoma en nombre de la libertad de expresión.

En Kuwait, un supermercado retiró de sus estantes cosméticos los productos de la marca francesa L’Oreal después de que así lo decidiera la cooperativa a la que pertenecía el establecimiento.

Entre tanto, en Arabia Saudita el llamado al boicot de la cadena de supermercados francesa Carrefour se convirtió en tendencia en las redes sociales en las últimas horas. Sin embargo, la agencia de noticias Reuters señala que varios de estos establecimientos parecían funcionar con su aforo regular este lunes en la mañana.

Si bien se desconoce el impacto que podría causar este boicot, algunas marcas francesas comienzan a temer las consecuencias debido a que son muchas las empresas que operan en mercados de mayoría musulmana en todo el mundo. Turquía, por ejemplo, es uno de los principales mercados de automóviles franceses.

“Por supuesto que es una mala noticia para las empresas que tienen presencia allí”, asegura a la agencia Reuters Geoffroy Roux de Bezieux, jefe de la principal federación de empleadores franceses en una entrevista con la estación de radio RMC.

Las caricaturas de Mahoma, en el centro de la polémica

La tensión entre Francia y el mundo musulmán tiene como telón de fondo el asesinato producido el 16 de octubre frente a una escuela en Francia, en el que un hombre radicalizado de 18 años decapitó al profesor Samuel Paty, quien en una clase sobre la libertad de expresión mostró a sus alumnos caricaturas del profeta Mahoma.

Los dibujos fueron publicados años atrás en la revista satírica ‘Charlie Hebdo’, cuya oficina sufrió en 2015 un atentado en el que fallecieron 12 personas. Desde la muerte de Paty, las caricaturas han sido exhibidas en distintas manifestaciones y protestas a favor de la libertad de expresión.

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A raíz de los hechos, el presidente francés aseguró que redoblaría los esfuerzos para evitar que las creencias islámicas conservadoras atentaran contra los valores franceses. Su postura ha avivado la ira en muchos países musulmanes que rechazan la publicación de los dibujos.

“No nos rendiremos nunca. Respetamos todas las diferencias con un espíritu de paz. No aceptamos el discurso de odio y defendemos un debate razonable. Siempre estaremos del lado de la dignidad humana y los valores universales”, aseguró el mandatario en un tweet.

Erdogan acusa a Macron de liderar una “campaña de odio” y Europa cierra filas en torno a Francia

Este lunes el mandatario turco también hizo un llamado a los países de la Unión Europea e instó a sus dirigentes a detener lo que consideró “una campaña de odio” contra los musulmanes “dirigida” por Macron.

En los últimos días, Erdogan ha cuestionado el estado de salud mental del mandatario francés, lo que llevó a París a llamar a consultar a su embajador en Ankara. “¿Cuál es el problema de esta persona llamada Macron con los musulmanes y el Islam? Macron necesita tratamiento a nivel mental”, dijo el líder turco.

A raíz de estas declaraciones, varios países de la Unión Europea han cerrado filas en torno a Francia. La canciller alemana, Angela Merkel, consideró “difamatorios” los comentarios del presidente turco y el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, rechazó los ataques personales.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, denunció las “inaceptables” declaraciones del presidente turco contra su homólogo francés.

Por su parte, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, dijo que “Países Bajos apoya firmemente a Francia y los valores colectivos de la Unión Europea. Por la libertad de expresión y contra el extremismo y el radicalismo”.