La Secretaria de Universidades del PRO habló en la 99.9 respecto de la denuncia que realizó Soledad Acuña, Ministra de Educación de CABA: “Hay que visibilizar lo que está pasando porque es una batalla cultural”, indicó.
Las declaraciones de Soledad Acuña, Ministra de Educación en CABA, acerca del adoctrinamiento que se da dentro del sistema educativo, ha traído una serie de denuncias y exposición de casos que en las redes sociales causaron estupor.
Bárbara Fleming, Secretaria de Universidades del PRO, fue quien expuso una de las preguntas planteadas en la materia Introducción al Pensamiento Político y presentadas por Javier Flax y habló a través de la 99.9: “es algo que viene pasando hace muchísimos años y no sólo con un adoctrinamiento político, sino también religioso. Hice la publicación porque me lo trajo una persona que fue a rendir. No hay distinción entre universidad pública o privada”. Incluso agregó un ejemplo personal: “me pasó a mí, un profesor en el primer año del CBC me vio con una cadenita con una cruz y me dijo que no iba a aprobar por como pensaba”.
Las denuncias se dan paulatinamente porque a través de lo que exhibió en redes sociales, le empezaron a llegar otras situaciones similares, aunque existe el miedo a denunciarlo: “hay mucha gente que tiene miedo de perder la cursada, tener problemas con los docentes o perder la carrera. Hay que visibilizar lo que está pasando porque es una batalla cultural. En los establecimientos educativos hay que enseñar a pensar, no que te den una bajada de línea”.
El clima hostil hacia quien piensa distinto es realmente un tema delicado dentro del ámbito educativo: “hay una relación de poder dispar entre los alumnos y los estudiantes; es algo muy agresivo que venga alguien y te quiera imponer una idea”.
Ese pensamiento de que se debe estar de un lado o del otro, se instala constantemente y sobre todo, en las redes sociales: “hay una costumbre en la sociedad de que todo es una grieta, de que todo es River-Boca nos está haciendo mucho daño y los jóvenes lo empezaron a notar; se dieron cuenta que necesitan un ámbito para aprender. En la cuarentena hubo chicos entre 18 y 35 años que se fueron y son los que construyen el país. Del otro lado, se responde con más agresión”.
La respuesta que se les ocurrió a dirigentes que luchan porque no haya clases como Roberto Baradel, responden denunciando a la funcionaria que se respaldó en una investigación para dar su parecer: “que salgan a denunciar a Soledad Acuña es querer tapar el sol con el dedo, hay que hacerse cargo de la realidad. Es muy fina la línea de la libertad de cátedra porque existe la realidad de que en nuestro país hay un millón y medio de chicos que no tuvo contacto con su escuela. El daño que le producirá al país, es enorme; más allá de los traumas y la relación partida”.
A eso se agrega que hoy, los sindicatos son los que manejan la educación argentina con sus intereses interpuestos a los de los estudiantes: “la educación en el país hoy está manejada por CTERA y no les interesa que los chicos no tengan contacto con la escuela”.