Bochazo en Medicina de la UNLP: 80% de aplazados en un parcial

Desaprobaron unos 800 alumnos de un total de 1.000 que se presentaron al primer examen presencial desde la pandemia. Estudiantes se movilizan hoy a la Facultad.

Al Dr. Ángel Narduzzi le cuesta recordar los años que lleva como titular de la Cátedra de Anatomía C, una de las materias troncales del primer año de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Para dar una idea mejor, concede que son “una vida”, que ya está cerca del retiro y que nunca en todo este tiempo le tocó asistir a un hecho semejante al de la semana pasada, cuando unos 800 alumnos de un total de 1.000 desaprobaron el primer parcial presencial desde la pandemia. Eso es apenas un 20 por ciento de aprobados contra alrededor de un 80 por ciento de aplazados, quienes, no obstante, podrán acceder a otras tres instancias recuperatorias.

“Nunca vi nada igual”, confirma Narduzzi en diálogo con EL DIA y si bien admite que en la era prepandemia los aplazos existían, se muestra alarmado por la contundencia de los porcentajes: “Antes rondábamos el 60 por ciento de aprobados y ahora hablamos nada más que de un 20 por ciento. El resultado cayó de manera significativa”.

Pero lo que más sorprendió al profesor fue el bajo rendimiento de los estudiantes en un parcial que, asegura, “no era para nada complejo, no es que aumentamos la dificultad de las preguntas y por eso desaprobaron. Para nada, eran preguntas muy simples, al punto que prácticamente no hay queja de los alumnos”.

¿Qué fue lo que la mayoría de los ingresantes de Medicina no supo responder? “Más que desarrollar una respuesta lo que tenían que hacer era observar una parte de un preparado anatómico y describir de qué se trataba, reconocer si era un nervio, una arteria, una vena, un músculo, etc. Eran cosas muy groseras y no supieron explicarlas”, dice con cierta zozobra el titular de Anatomía C y que los estudiantes tuvieron tiempo suficiente para completar unos ejercicios que, en general, “se hacen en cuestión de segundos” porque “¿cuánto se puede tardar en reconocer una parte del cuerpo?”.

protesta estudiantil

Acaso por eso no hubo reproches entre los alumnos. “El parcial estaba lejos de ser con malas intenciones”, aceptan desde la agrupación estudiantil Unite y dirigen sus críticas a la Facultad por demorar la vuelta a la presencialidad plena.

“Los chicos no supieron reconocer qué era un nervio, una vena, una arteria o un músculo”

En ese sentido, cuestionan que una materia como Anatomía, esencialmente práctica y que necesita del tacto con los preparados anatómicos, se curse de forma presencial 90 minutos cada 15 días. “No podemos seguir cursando de manera virtual o, en el mejor de los casos, yendo al aula 1 hora y media cada dos semanas. La presencialidad es la mejor manera de aprender”, insisten desde Unite, que convocó para hoy a una concentración en las puertas de la Facultad.

“Vemos con preocupación estos resultados, ya que nos anticipan algo que desde nuestra agrupación hemos alertado desde fines del año pasado y es que sin presencialidad plena los estudiantes nos vemos golpeados por un proyecto de mala formación y de restricciones, llevándonos a encontrarnos con bochazos probablemente también en otras materias donde se cursa exclusivamente de manera virtual”, avisan en la agrupación estudiantil, a la par que exigen al Decanato de Medicina tomar cartas en el asunto para que, a más de dos años de iniciada la pandemia, “se garanticen las condiciones para el regreso pleno a las aulas, se soliciten más presupuesto y recursos necesarios para la vuelta”.

La polémica por el ingreso

Otro punto crítico sumó el ayudante de la cátedra C de Anatomía, Ariel Estelita, quien relacionó el masivo aplazo de la semana pasada con el ingreso irrestricto que rige desde fines de 2015 y con el que, reconoció, incluso él se benefició. “Pero la cantidad de gente que ingresa se multiplica cada año (pasó de un promedio de 300 en 2015 a los cerca de 8.000 actuales); sin embargo, la infraestructura sigue siendo la misma y el personal docente también”, escribió el joven en redes sociales y que, pese a ello, desde la cátedra “estamos maximizando los esfuerzos para dar la mejor calidad”.

El ayudante de Anatomía C aseguró además que “el examen se tomó de forma correcta” y pidió a los estudiantes “no bajar los brazos” porque, recordó, “tienen tres posibilidades para aprobar”.

huellas de la pandemia

Imanol Ortiz, estudiante de Unite, advierte que quienes cursan Anatomía en el primer año de Medicina son jóvenes que recién terminaron el colegio y que, por las restricciones de la pandemia, muchos de ellos finalizaron el secundario de manera remota: “Vienen de dos años de virtualidad y la Facultad, en lugar de resolverles la mejor cursada para contenerlos, los hace ir una hora y media cada 15 días. Entonces, si ese chico no aprendió lo básico en la escuela llega un punto en el que la presencialidad plena se vuelve irremplazable”, asevera.

También el titular de Anatomía C vincula los aplazos con la crisis sanitaria. Dice que los 1.000 alumnos que rindieron la semana pasada y los 1.000 que lo harán desde hoy “son chicos que vienen de cursar 4º y 5º año del secundario. Es el primer grupo después de la pandemia e indudablemente ha sido muy chocante el pase de la escuela -con dos años de virtualidad- al nivel universitario”.

Los estudiantes tienen otras tres instancias recuperatorias para aprobar

El profesor repara allí en la brecha que separa a la escuela de la Universidad: “Ha sido un salto muy brusco”, refuerza y compara la actividad escolar “un tanto light, con no tantas exigencias” de los tiempos de la cuarentena “con el ingreso a un ámbito en el que hay que intensificar un poco más el estudio”.

Menos frustrado que esperanzado por los que seguirán rindiendo desde hoy, Narduzzi apostó por “mejores resultados” e hizo notar el difícil equilibrio al que se exponen los docentes de Medicina: “Uno piensa que si exige mucho más no aprueba nadie y en base a eso tenemos que adaptarnos. No ser muy simplistas, pero tampoco extremadamente duros. Se trata de equilibrar para no nivelar hacia abajo. Estamos formando a los futuros médicos. Nada más, ni nada menos”.