La marplatense Celina Vega participó del proyecto que logró patentar nanoanticuerpos contra distintas variantes de rotavirus: “es la segunda causa de muertes en menores de 5 años a nivel mundial”, advirtió en la 99.9 sobre la importancia de este avance.
El grupo del INTA que ha trabajado para desarrollar nanoanticuerpos capaces de neutralizar variantes del Rotavirus derivados de las llamas, una raza autóctona de nuestro país, está integrado por una científica marplatense. Celina Vega habló sobre este importante descubrimiento que recibió un premio en el 1er Concurso de Inventos Patentados 2018 – PROSUR.
“Esta patente protege una familia de nanoanticuerpos que son moléculas que se obtienen de los camélidos, particularmente de llamas. Tiene varias interpretaciones el premio porque se basa en una especie autóctona y es importante para mantener la biodiversidad. También porque se genera una herramienta desde la biotecnología para solucionar un problema de salud pública como las afectaciones neonatales por rotavirus”, explicó en la 99.9.
Tratar el rotavirus es muy importante a nivel mundial, porque sigue teniendo una afectación muy importante: “es la segunda causa de muertes en menores de 5 años a nivel mundial y dentro de las diarreas, las que son causadas por virus o parásitos son las más importantes. El rotavirus es el principal agente viral y está en todos los países del mundo. Existen vacunas pero son relativamente nuevas y están incorporadas en el calendario obligatorio. A pesar de las vacunas, este virus sigue causando más de 250.000 casos de muerte de chicos menores de 5 años en todo el mundo”.
Argentina no es el único país que estaba detrás de un desarrollo de este tipo, pero el INTA lo pudo hacer posible: “a nivel internacional se estaba estudiando y también se invirtió mucho dinero como la empresa Unilever, mientras acá pudimos patentar el descubrimiento gracias al esfuerzo desde el INTA. Hay una política fuerte de proteger los potenciales descubrimientos con patentes para que sea de todos realmente”, dijo Vega.
El próximo paso es comenzar a desarrollar a modo industrial elementos que sirvan para la prevención o tratamiento del rotavirus: “nuestro grupo de trabajo está en una interfase de desarrollo de productos en escala piloto para acercarlos más a la idiosincrasia de la industria nacional para que tengan más potencial. A partir de eso, se contactó con nosotros gente del MIT y como teníamos estas moléculas patentadas y otros anticuerpos nos propusieron trabajar en conjunto para hacer un escalado industrial con una practica de manufactura que ellos tienen patentado”, informó.
Incluso desde el país se está trabajando para desarrollar distintos productos: “en Castelar se está haciendo con un esfuerzo del INTA una planta para generar una escala intermedia de producción bajo buenas prácticas de manufactura. En la normativa, estos nanoanticuerpos no existen para prevenir una enfermedad en niños y se debe generar una normativa para hacer un producto seguro, como una leche por ejemplo que tenga estos anticuerpos. Además, en un producto biológico para casos más puntuales y se necesite un fármaco”, finalizó.