El periodista Christian Sanz dio detalles en la 99.9 sobre los procesos judiciales que tiene que afrontar Susana Trimarco y señaló que fue ella quien desvió la investigación sobre el supuesto secuestro de su hija.
Susana Trimarco nuevamente está en la mira de la justicia por el dinero que durante año le aportó el estado a su Fundación y que nunca pudo justificar el uso del mismo. Uno de los periodistas que investigó profundamente el tema fue Christian Sanz que en la 99.9 dio precisiones al respecto.
“La historia es muy triste siempre porque he visto como empezó a caer Trimarco y hoy en redes sociales está siendo muy denostada por peso propio”, dijo primeramente. En cuanto a la historia de Susana Trimarco, agregó que “todo empezó con el supuesto secuestro de su hija y después durante la investigación se demostró que no era así. Ella ya había logrado instalar la historia y haber creado una asociación. Le reconozco el merito de haber instalado el tema, pero fue sobre la base de una mentira. Ahí comenzó la captación de fondos públicos que son directamente proporcionales a su militancia”.
El dinero que volcó el gobierno de Cristina Fernández durante años es el eje de la investigación judicial: “llegando a 2015, le estaban dando 23.5 millones de pesos e intentaron que rinda cuentas del dinero y no lo lograron. No tenía manera de explicar lo que hizo con ese dinero. La justicia de Tucumán está investigando 5,6 millones de pesos que tienen que ver con la malversación de fondos públicos en general destinados a un jardín de infantes que nunca se hizo y el dinero tampoco está. Trimarco está inquieta por esto y el juez está buscandola para brindar indagatoria. A la vez, nadie sabe donde vive y es imposible notificarla”.
Susana Trimarco fue la primera interesada en que no se conociera lo que realmente sucedió con su hija y Sanz agregó datos concretos: “se siguió la línea de investigación más débil que había, que era un Duna rojo que nadie vio, sino que se lo habían dicho a Trimarco. Después el Duna rojo que nadie encontró, se transforma en el expediente en Duna Blanco. Eso fue en abril de 2002. En septiembre aparecen algunas llamadas entre Trimarco y Marita Verón y el secretario de la Fiscalía le dice que existían conversaciones. Ella explicó que la había llamado desde Santa Cruz desde el teléfono de la novia del hijo de Trimarco, el hermano de Marita. Eso fue confirmado por la prima de Susana Trimarco y luego por la mujer que limpiaba la casa”. Incluso la acusación principal fue contra una persona que ante la justicia, ni siquiera citó: “Trimarco nunca dijo en el Tribunal, lo mismo que decía públicamente sobre “La Chancha” Alé como responsable del supuesto secuestro”.
Nunca hubo elementos para pensar en un secuestro con fines de trata, pero la política metió la cola. “Hoy tenes a 13 personas condenadas y no tienen ningún elemento para vincularlos con el secuestro de Marita Verón. Cuando los liberaron de culpa y cargo, Trimarco se reunió con Cristina y le pidió que presionara a la justicia. La ex presidenta hizo una cadena nacional y poco tiempo después, los condenaron sin leer el expediente porque uno de los jueces me lo reconoció a mí en una entrevista”, comentó el periodista.
En cuanto a lo que puede haber sucedido realmente con Marita, Sanz especuló con que “en base a lo que pude reconstruir es que Marita fue a ver a un médico que es Tomás Rojas y es abortista. Nunca Trimarco fue a buscar a ese médico, no pidió que declare, ni nada. La última vez que la vieron estaba como drogada que puede ser por la anestesia de una operación y se subió a la moto con una persona. Cuando hicieron el identikit, Trimarco indicó que era el hermano del yerno, es decir de la pareja de Marita Verón. Se escapó con su cuñado y la madre se encargó que no se investigue”, concluyó.