Después de 37 años, Exodus International, organización de orientación cristiana que se dedicaba “a curar a homosexuales”, ha decidido su cierre. Alan Chambers, presidente de la organización, pidió disculpas públicamente por los daños causados.
La organización trabajaba desde la perspectiva defendida, entre otras, por la Iglesia católica; que ser gay o lesbiana no es un pecado siempre que no se tengan relaciones con personas del mismo sexo.
Su presidente, Alan Chambers, publicó en la web de la organización una disculpa pública: “lamento el dolor y daño que muchos de ustedes han experimentado. Lamento que algunos de ustedes pasaran años trabajando con vergüenza y culpa cuando su atracción no podía cambiar. Lamento haber promovido esfuerzos para cambiar la orientación sexual de las personas y teorías correctivas sobre la orientación sexual”.
Durante muchos años yo convenientemente omití mi atracción por personas del mismo sexo. Tenía miedo de compartirlo con la facilidad que lo hago ahora. Me trajo una increíble vergüenza y la escondía con la esperanza de que se pasarían. Mirando hacia atrás, me parece increíble que pensara que podría detenerla. Hoy, sin embargo, acepto esos sentimientos como parte de mi vida que siempre estará ahí. Hace tiempo que superé los días en que me sentía humano en ese sentido, y me siento libre de aceptarme como lo han hecho mi mujer, mis amigos, y Dios”.
Alan se mostró arrepentido por el daño que Exodus International había provocado a los familiares de los homosexuales que atendió, y por haber propagado una idea errónea de Dios.