Cospelito miente, algo queda

pulti-delincuenteEs obvio que la reunión entre un integrante de la fiscalía 10 y el abogado penalista que representa a Gustavo Arnaldo Pulti el pasado domingo 19 de Junio en un café de zona Güemes tuvo por objeto pactar la presencia de Pulti hora y media antes de el citatorio previsto buscaba minimizar el impacto mediático y político que implica su procesamiento.

Mentiroso fiel a su costumbre, GAP dejó un comunicado en el que dice que está todo explicado y que los desvíos de fondos tenían por objeto “el sagrado deber de pagar los sueldos de los municipales”.

Cualquiera que se tome la tarea de analizar las imputaciones criminosas en su contra advertirá, sentido común, que nada hay de sacro en la conducta tipificada como delictiva del ex intendente. Pulti desnaturalizo el uso de los fondos públicos confiados a su custodia reiteradamente. La naturaleza criminosa de sus actos por ahora no lo deja en detención, pero esto es debido a la rémora de la fiscalía 10 y la protección de la que sigue gozando por parte del fiscal general Uriel Fernández Garello que ralentiza otras causas, en particular las que refieren a la maquinaria ilegal de recaudar montada sobre la venta de licencias truchas.

No hay nada sacro en la conducta de Pulti o sus secretarios Daniel Pérez y Mariano Pérez Rojas o sus socios de ruta en el despilfarro de fondos públicos, el presidente de la UCIP Raul “rulo” Lamachia y el titular y apoderada de la fundación Fasta en MDP Pablo Vittar Marteau; beneficiarios ambos directos de una de las maniobras bajo el escrutinio fiscal.

Es el inicio del camino. En esta semana el ex intendente de Bariloche Omar Goye cayo detenido luego de diecisiete años de proceso penal por haber distraído dos millones de dólares, hoy treinta millones de pesos, que en su momento llegaron como fondos federales para desparecer lejos del cometido asignado.

La detención de José López los escandalosos nueve millones de dólares, la confesión del ex titular de la UIA José Méndez señalando que “todos sabían, pero no denunciamos para no quedar como un botón”, son la revelación de una matriz cultural extendida en todo el país.

Es tan mentiroso y caradura (el sistema se lo permite), que en la maniobra dilatoria dirigida a la opinión pública GAP señala: “Creemos que se trata de una denuncia irresponsable. Pero aun así, no hablaremos de la necesidad política del actual gobierno de confundir con estos temas. Por eso nuestra respuesta debe ser como la que damos: documentada, rigurosa, seria. Cuando se gobierna hay que tomar decisiones. Las nuestras tuvieron como prioridad que no se interrumpiera  los servicios para los vecinos, cumplir con los sueldos de los trabajadores y promover la industria de la ciudad”.

Ni los vecinos han sido jamás de su interés, salvo que por vecinos se interprete las bandas delincuenciales de las que se rodea, y nada es serio en lo que presentó. Ahora no se trata de cospeles que no ingresaron a una alcancía telefónica. Son millones de la gente. Plata hay, se la han estado robando.