Un grupo de científicos españoles creó una vacuna capaz de prevenir la enfermedad y de revertir sus efectos en caso de que se haya manifestado.
Se presentó en conferencia de prensa la vacuna EB-101 contra el Alzheimer, diseñada por un grupo de científicos españoles a cargo del doctor Ramón Cacabelos. El compuesto ya obtuvo la patente para su fabricación en Estados Unidos. Sus creadores están gestionando con varias multinacionales el inicio de los estudios clínicos en humanos.
Según afirman, en tres o cuatro meses ya podrían comenzar con esas pruebas, que durarían entre seis y ocho años. Pero todo dependerá de los requerimientos que les haga la FDA, organismo regulador de los medicamentos en Estados Unidos. De acuerdo a los ensayos preclínicos que se realizaron en ratones, los investigadores consideran que la vacuna podría duplicar la esperanza de vida de los pacientes con Alzheimer.
En todo el mundo, hay unos 36 millones de enfermos de Alzheimer y se prevé que para el 2030 la cifra trepe a los 66 millones, y en el 2050 roce los 115. El modelo preventivo de la vacuna fue probado en ratones y permitió observar que aquellos animales inmunizados no desarrollaron la enfermedad a lo largo de su vida ni sufrieron trastornos inmunológicos o activación del sistema microbiliar; tampoco registraron reacciones vasculares hemorrágicas en el cerebro. En los animales que manifestaron signos de degeneración cerebral, la vacuna logró detener el proceso degenerativo y redujo los rasgos patogénicos típicos del cerebro de quien padece Alzheimer. A pesar de los exitosos resultados, los especialistas son prudentes a la hora de hablar de una posible administración en humanos.