Llama mucho la atención que en un Gobierno que se dice campeón de los Derechos Humanos y de la defensa irrestricta de los más desfavorecidos, ocurran cosas como las que vienen golpeando hasta la muerte a la humildísima comunidad de aborígenes Qom en Formosa, sin que nadie le ponga punto final.
A menos que el “punto final” sea la muerte, como parece ser la estrategia llevada adelante por el gobernador Gildo Insfrán. De un trato inhumano, de un abandono imperdonable, de un maltrato inconcebible, pasamos ya directamente a la golpiza y el asesinato, escondido todo en la impunidad que ofrece el sistema judicial.
La falta de implementación del derecho a la propiedad comunitaria de la tierra ha generado condiciones para la reiteración de agresiones contra los miembros de la comunidad Qom de “La Primavera”, que continúan siendo víctimas de hostigamientos y violencia y enfrentan grandes obstáculos para que sus denuncias se realicen y sean gestionadas por las instituciones.
El juez Ramón Sala y el fiscal Arturo Cabral desestimaron todas las denuncias formuladas contra los funcionarios policiales y judiciales sellando causas contra los que cometieron atropellos que llegaron a la muerte, y convalidando la política de connivencia judicial con el abusivo poder policial y la discriminación que ejerce a ojos vista el poder económico asociado la autoridad política provincial. ¿Dónde queda el discurso oficial de los Derechos Humanos? Nora Cortiñas, figura emblemática de las Madres Línea Fundadora, cuenta con angustia su experiencia en el tema.
Nos impresiona porque han matado niños de 12 años en el Chaco, otros de 16 en La Primavera, asesinados a palazos, deformándoles la cabeza.”
Nora Cortiñas
Noticias & Protagonistas: Al tema no se le ha dado la importancia que debiera, es evidente. ¿Cuándo deciden ustedes involucrarse?
Nora Cortiñas: Desde 2010, cuando ocurrieron varios hechos de violencia contra esa población. El 23 de noviembre, ante la desesperación de no tener sus tierras y siendo abandonados por el Estado, cortaron una ruta en la zona donde viven, La Primavera. Fueron agredidos, reprimidos brutalmente por la policía de Insfrán, tuvieron sus muertos, les quemaron sus casitas, fue todo muy brutal, una acción persecutoria a una población.
N&P: ¿Por eso decidieron directamente hacer el acampe en Buenos Aires?
NC: Claro, en la avenida 9 de Julio, para que de una vez por todas los vieran en pleno centro, después de años y años de reclamos. Estuvieron en situación muy precaria, apoyados por los organismos de DDHH que formamos una comisión para favorecer un diálogo con el Gobierno. Íbamos a ser recibidos por el ministro Randazzo para llegar a alguna solución ante las denuncias permanentes de lo que habían vivido. Aunque parezca mentira, de un día para el otro, desde el 2011 se cortó el diálogo. Les habían prometido los servicios que tenemos todos, el derecho a vivir con dignidad: agua, una escuela, atención médica. Y el punto principal para el corte era la devolución de sus tierras.
N&P: ¿Quién habla por la comunidad?
NC: Ellos fueron cumpliendo, la comunidad y Félix Díaz, que es el referente y que se ganó esa representatividad; se dieron los pasos que el Gobierno pedía, pero a ellos no les cumplieron lo prometido. Al final levantaron el acampe, se volvieron y se hizo una asamblea para elegir autoridades legalmente, porque hace años que allá se entronizó una familia Sanabria como referentes, y les ganó Díaz con su gente. Se hizo la Asamblea con participación de todos los de la mesa de diálogo, pero tampoco les dieron la tierra.
N&P: ¿En manos de quién están esas hectáreas?
NC: Siguen siendo expropiadas por el gobernador para repartirlas entre gente que está pegada él, a la Universidad de Formosa, a la Gendarmería, todos se fueron beneficiando con las tierras de la comunidad. Ahora, para intimidarlos y que no sigan reclamando tierras y personería, están siendo reprimidos, hostigados, y ya llevan cuatro muertos en dos meses. Es un horror, un disparate, no se puede concebir que el Gobierno nacional mire para otro lado. Porque si un gobernador es un tipo que no procede como corresponde, hay que tomar medidas y de última, intervenir.
N&P: ¿Tuvieron alguna respuesta después de los actos públicos?
NC: Recién en la última semana pidieron una entrevista con la Presidenta, pero los recibirán en la Secretaría de Derechos Humanos. Veremos cómo sigue esta historia que no aviene con la democracia ni con el discurso del Gobierno. Nosotros no concebimos que esta gente, además de ser reprimida, hostigada, discriminada, no se le respete lo que ganó en buena ley. Ganaron la personería jurídica, pero hasta el día de hoy no existe voluntad de cumplir con la Constitución, las leyes, los convenios. Veremos qué pasa.
N&P: ¿Y en lo que hace a las muertes?
NC: Hay que castigar a los culpables, ese es otro paso. A nosotros nos impresiona porque han matado niños de 12 años en el Chaco, otros de 16 en La Primavera, asesinados a palazos en la cabeza, no se puede entender que a un chico le hagan esto, deformándole la cabeza. Es algo que no se puede creer.
N&P: Es que cosifican al otro, como si no fuera humano…
NC: Están empecinados en no devolverles su tierra para que las trabajen. Ellos la necesitan, viven de la tierra y de sus herramientas. Esta semana esa entrevista tendría que ser con Cristina Fernández y no con terceros. Son hermanos nuestros, viven hace más de 500 años allí, fueron negados siempre en sus pertenencias. Seguiremos luchando con ellos. Hay otras comunidades que están siempre hostigadas, pero la saña con ésta no se concibe. Insfrán tendría que tomar conciencia de que no se puede hacer esto a seres humanos.
Están empecinados en no devolverles su tierra para que la trabajen. Ellos la necesitan, viven de la tierra y de sus herramientas”
Nora Cortiñas.
N&P: ¿Sabía que Insfrán fue una de las presencias más notables en la tribuna que rodeaba a la Presidenta recibiendo la Fragata?
NC: Lo vi. La verdad, no se entiende que le den un espacio, porque es un asesino. Eso sí, estuvimos en la asamblea, y un día antes vimos cómo les repartieron colchones y frazadas… de casa en casa, a ver si los hacían desviar de su decisión. Por eso, nosotros somos testigos de la represión y persecución, y la discriminación que tanto nos duele pero nadie que hable de defensa, incluso instituciones, les reconocen sus derechos. Hay que denunciar para que se solucione y no quede en un cajón. Félix es acusado de cualquier cosa, le crean procesos judiciales ilegales, y a la vista de toda la sociedad. Es una vergüenza para nosotros, y esperamos que en 2013 vayamos hacia una sinceridad con el proceder del Gobierno, que no sólo es provincial, sino nacional. La responsabilidad de cumplir con el convenio 169 es nacional, y duele mucho.
Por una cuestión de coherencia
Queda claro que cuando asumió Néstor Kirchner, que para las organizaciones fue un referente, la primera visita como presidente fue a Formosa. Hay una dualidad que duele y que frustra, cuando organismos estaduales creados para proteger los DDHH no actúan porque no reciben la señal de hacerlo
Madres Línea Fundadora viene acompañando antes y después de la brutal represión, pero siempre teniendo como objetivo respetar las decisiones de la comunidad aborigen, cosa que Nora Cortiñas se esfuerza por dejarlo bien en claro: “Nunca actuamos por nuestra cuenta sino consultando lo que ellos quieren, porque no corresponde pasarles por encima. Todo está regido por su modo de ser, y nosotros lo respetamos. Acompañamos sincera y éticamente. Ellos proceden igual, reclaman, pero bien”.
Bien no es precisamente la manera en la que les responden. Pocos días atrás, en una de las tantas brutales redadas, entraron en la comunidad y quemaron diecisiete viviendas Ese accionar conmueve a la entrevistada: “Con el sacrificio que les genera tenerlas… Si uno va a la comunidad, ve la pobreza, la humildad, a ojos vista abandonados por el Estado, la verdad es que parte el alma”.
Claro, pero no parece que se aceleren las cosas si la autoridad máxima sigue sin participar en la solución o sin atender los mínimos reclamos; no es la Secretaría de DDHH la que va a dar las respuestas. Y llama más la atención que la Presidenta tenga disponibilidad para contestar inmediatamente la opinión vertida por un actor en una revista, pero no sea capaz de afrontar este reclamo que va costando vidas y lleva años.
“Uno quiere que las cosas se hagan dentro de la Constitución –aclara Cortiñas-, y este es un caso porque hay una convención la 169 que protege sus derechos; y hay mandatos de la Comisión Interamericana de DDHH que no se cumplen”, enfatizó. Después se pretende que la imagen de la Argentina en el mundo recupere espacios. Es cierto, el mundo está lleno de horrores, y no será el primer país desaprensivo para con sus pueblos originarios. Pero acá hay un discurso, y la acción pública debiera ser conteste ante sí misma.