En horas de la mañana del domingo y ante la presencia de los vecinos y periodistas, un equipo de operarios comenzó a demoler la casa del hombre que desapareció en un agujero formado por la tierra mientras dormía. Anoche, los rescatistas abandonaron las tareas de rescate del cadáver, porque el agujero se hacía cada vez más grande, y por tanto, se dificultaba la tarea.
El pasado jueves por la noche, Jeff Bush, un paisajista de 36 años, se encontraba durmiendo en su cuarto, cuando un movimiento provocado por la tierra, originó un agujero que desmoronó toda su habitación y se lo tragó.
Bush fue dado por muerto después de una tarea intensa de rescate en la que los expertos ni siquiera pudieron encontrar el cadáver. Por ello, bien temprano y ante la mirada desconsolada de familiares y amigos, comenzaron con la demolición de la casa, por el peligro que le implica a los hogares aledaños.
Antes de comenzar la demolición, el hermano de Jeff, Jeremy, fue escoltado hasta el buzón de correo en la entrada de la casa. Allí, se arrodilló y depositó algunas flores sobre el suelo, inclinó la cabeza durante unos minutos y a continuación se retiró hasta una zona segura detrás de la cinta policial.
El mismo Jeremy también tuvo que ser rescatado de adentro del agujero, ya que se había tirado para tratar de encontrar a su hermano, luego de escuchar un terrible estruendo y sus gritos.
Debido a la porosidad de la roca de sus suelos, el riesgo de que se produzcan este tipo de hundimientos es muy común es Florida. Según explica el Departamento de Protección Ambiental, cada vez que llueve, el agua se filtra a través del suelo y disuelve la roca, causando una erosión que puede dar lugar a cavernas subterráneas, que provocan hundimientos cuando se colapsan.
Según los geólogos que analizaron la zona, también se ha debilitado el suelo que sostiene algunas casas aledañas. Por tal motivo las familias que viven allí, tuvieron que ser evacuadas y probablemente nunca más puedan volver.