La Policía llevaba 6 meses de escuchas telefónicas. Hizo varios operativos y logró secuestrar 7,5 kilos de cocaína.
De Villazón, Bolivia, a La Plata, Berisso y Ensenada. Esos interminables 1.800 kilómetros eran recorridos, tres o cuatro veces por mes, por parte de una organización dedicada a la comercialización de sustancias estupefacientes en la Región, que tenía en su agenda de contactos a varios clientes VIP y de fiestas privadas.
La integraban seis personas que, por lo general, transportaban cocaína de máxima pureza oculta en tanques de combustible de vehículos particulares. Y así, una vez estirada e ingresada al mercado local, generaban ganancias millonarias.
Según pudo saber este diario, personal de la División Narcotráfico La Plata, en atención a su foja de servicios (antecedentes en causas análogas), nunca dejó de seguirlos. Y, con la autorización del juez de garantías Juan Pablo Masi, a pedido de la fiscal Virginia Bravo, con apoyo de la ayudantía fiscal de Estupefacientes, a cargo de Hugo Tesón, se realizaron seis meses de escuchas telefónicas, en un operativo denominado “Viento Norte”.
Todos los sospechosos quedaron detenidos en una causa por “Comercialización y Transporte de Sustancias Estupefacientes”. Según voceros de la investigación, cada uno de ellos tenía roles diferentes dentro de la estructura delictiva.
Los pesquisas detallaron que había un financista, estaban los distribuidores, el encargado de la compra de insumos y hasta el “cocinero”.
Si bien los laboratorios de la droga funcionaban en Bolivia, esa particular caracterización recaía en quien debía “licuarla” o “cortarla” para sacarle mayor rédito económico a la operatoria ilegal.
LA CAPTURA
El gran golpe a la banda, como adelantó EL DIA en su edición anterior, ocurrió el miércoles pasado, en diagonal 74 y 120.
Allí, a sabiendas de qué rodados utilizaban los imputados, la Policía salió a interceptarlos.
Para eso, con apoyo de agentes de las Departamentales de La Plata y Berisso-Ensenada, más una comitiva de la DDI local, se diagramó un procedimiento en la bajada de la Autopista, que arrojó los resultados esperados por todos.
De acuerdo a voceros del caso, “se detuvo la marcha de un Renault Fluence y de una grúa, que tiraba un Renault Scenic”.
Precisamente, en este último rodado encontraron ocultos, dentro del tanque de combustible, cinco tarros con seis kilos de clorhidrato de cocaína de máxima pureza.
Todo gracias a la participación de “Linda”, una labradora especialmente entrenada para localizar droga y que fue ingresada al habitáculo desmantelado de la camioneta.
Ayer siguieron los allanamientos vinculados a esta investigación (secuestraron otro kilo y medio entre cocaína y tizas) y podrían no ser los últimos, ya que existe la presunción cierta de la posible existencia de otros implicados.