El concejal del PRO, Hernán Alcolea, habló sobre la medida de fuerza que llevan adelante algunos policías de la ciudad y advirtió que “es el producto de años de estar ocultando la realidad y mentir con el INDEC”. Esta mañana, en el aire de la 99.9, se mostró escéptico respecto del gobierno local, provincial y nacional para encontrar una solución.
Algunos actores políticos entienden que la realidad actual es el resultado de todo lo que ha ocurrido en los meses y años previos. Así lo explicó el concejal del PRO, Hernán Alcolea, en el aire de la 99.9 al momento de referirse a los saqueos y el acuartelamiento policial en la ciudad. “Esto es el producto de años de estar ocultando la realidad y de mentir con el INDEC. Eso fue socavando lo sustentable del país. Ojalá termine y se retome un camino adecuado”, se ilusionó.
Entre los factores más importantes de esta crisis está la inflación, no reconocida en su totalidad: “la inflación va destruyendo el poder adquisitivo de todos los ciudadanos, no solo de la policía. Se la oculta mintiendo; años atrás le quitaron la independencia al Banco Central. Esta historia ya la hemos vivido. Por otro lado, está la falta de federalismo para recaudar desde el Municipio y coparticipar de abajo hacia arriba como debe ser una república federal. Todo esto se oculta, junta presión, y en algún momento explota. Con las autoridades y gobiernos que tenemos ahora, dudo que tengan la capacidad y los reflejos para cambiar el rumbo”.
Todo está relacionado con un modelo que parece poco sustentable en el tiempo. “Tenemos las tarifas subsidiadas en un porcentaje muy alto, lo que demuestra que el Gobierno no puede sostener los subsidios, porque las tarifas son parte de la mentira. El boleto de colectivo debería costar entre 6 y 7 pesos, pero la diferencia la pone el Gobierno nacional con gasoil. Hicieron un modelo que no es sustentable en el tiempo y se cae todo como un castillo de naipes”, resaltó Alcolea.
Pensando en una solución para el conflicto con la policía, anticipó que aunque se brinde un aumento, rápidamente quedará obsoleto por la inflación: “por más que se dé aumento, el Banco Central irremediablemente tiene que ir devaluando la moneda; es dar un aumento por un lado y quitarlo por el otro. Argentina nuevamente se lleva por delante la misma piedra”.
El gran problema, concluyó Alcolea, está planteado en la forma de ver a las fuerzas policiales: “se ve al gendarme o al policía como un enemigo, dentro de la lógica que tiene el gobierno kirchnerista a nivel nacional. No comparto las ideas del gobierno local, provincial y nacional”.