Con destino a la Antártida, partió desde nuestra ciudad el buque “Puerto Deseado”. A bordo, lleva a los 80 investigadores que se encargarán de desarrollar la Campaña Oceanográfica 2013 del CONICET. Equipados con laboratorios de biología y oceanografía, entre otras cosas, intentarán recolectar peces para el proyecto internacional Código de Barras de la Vida.
El buque Puerto Deseado partió hoy desde la ciudad de Mar del Plata, comenzando su viaje hacia la Campaña Oceanográfica del CONICET, donde participarán más de 80 investigadores que estarán en el mar cerca de tres meses.
El coordinador científico del primer tramo de la campaña antártica del verano 2012-2013, el investigador Juan Martín Díaz de Astarloa, indicó que “uno de los principales objetivos será estudiar la diversidad de la fauna marina que habita al oeste de la península antártica, en el Mar de Bellinghaussen, como así también en otros sectores de la Antártida Argentina”.
Su trabajo consistirá en recolectar peces en aguas argentinas con el propósito de colaborar con la construcción del Código de Barras de la Vida (iBOL, por su abreviatura en inglés). El proyecto de carácter internacional cuenta con la participación de distintas organizaciones de 50 países y, desde el 2005, logró identificar a más de 100 mil especies sobre la base de su ADN mitocondrial.
En total, son más de 200 organizaciones de todo el mundo las que están trabajando en la construcción de este Código de Barras de la Vida, pero se provocó un vacío en el estudio de la biodiversidad de los peces de las aguas antárticas y subantárticas hasta que el CONICET inició con sus campañas oceanográficas a bordo del buque Puerto Deseado en 2009.
En sus tres meses de travesía, además de buscar nuevas especies, los científicos examinarán factores físicos como la salinidad, la temperatura y las corrientes marinas, y evaluarán cómo se comportan estas variables describiendo los distintos ambientes. En este caso, la novedad es que se incorporó un nuevo guinche de pesca al buque para poder recolectar los animales que están a 3.000 metros de profundidad: “la red que utilizaremos funciona muy bien para capturar organismos del fondo marino, tanto vertebrados como invertebrados. Pero será la primera vez que usaremos un guinche de pesca para tratar de alcanzar los 3.000 metros de profundidad; a lo máximo que hemos llegado en años anteriores es hasta los 800 metros de profundidad”, mencionó el biólogo de la Universidad Nacional de Mar del Plata y del CONICET. Año a año, se intenta mejorar la calidad técnica del buque para potenciar el resultado de las investigaciones.
En ese sentido, Astarloa señaló que “el objetivo del CONICET, a través de la Comisión de Actividades Oceanográficas, es que el buque esté cada vez más equipado, para perfeccionar y permitir el desarrollo de estudios multidisciplinarios que sean útiles para un número cada vez mayor de investigadores”.
El “Puerto Deseado” tiene a bordo un laboratorio de biología y otros destinados a la oceanografía, la química, la microbiología, los sondeos acústicos y la geología. Esta primera etapa de la campaña llegará a su fin a mediados de febrero. Luego realizarán un estudio sobre la plataforma continental argentina, gracias a un acuerdo del CONICET con la Cancillería.
La tercera etapa incluirá el regreso desde Ushuaia a Mar del Plata y estará bajo la coordinación del doctor Daniel Roccatagliata, investigador del Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. “Se harán estudios sobre los virus que infectan a las algas, el parasitismo en peces marinos, la ecología del mesozooplancton, la biodiversidad y biogeografía de moluscos y crustáceos bentónicos, entre otros”, especificó. Luego agregó: “con ese objetivo, durante esta etapa se recolectarán peces y su fauna acompañante con redes de pesca, además de tomar muestras de agua, plancton y bentos”.
Otra campaña especial
Otra travesía científica partió hacia la Antártida con investigadores de Australia, Chile, USA, Reino Unido y Nueva Zelanda. Realizarán un viaje por aguas australes para elaborar un estudio sobre la ballena azul, el animal más grande del mundo.
Este primer viaje del Proyecto Ballena Azul Antártica, según el ministro australiano de Ambiente Tony Burke, servirá para hacer un censo de estos cetáceos y analizar su comportamiento y desplazamientos. La ballena azul puede llegar a medir más de 30 metros de largo y a pesar 180 toneladas: “sólo su lengua es más pesada que un elefante; su corazón es del tamaño de un coche pequeño. Hasta el dinosaurio más grande era más pequeño que la ballena azul”, señaló Burke.
En total, partieron 18 científicos, que centrarán sus estudios en la zona oeste del Mar de Ross. La Comisión Ballenera Internacional calculó que en el año 2000 la población de ballenas azules en el Hemisferio Sur era de entre 400 y 1.400 ejemplares. Hace medio siglo, estuvieron a punto de desaparecer cuando un tercio de la población de un millón de ballenas azules perecieron durante la era industrial ballenera.