El ingeniero ferroviario Norberto Rosendo, habló en la 99.9 sobre el vaciamiento de Ferrobaires y destacó que de la empresa “desaparecieron unos 1.000 vagones”. Además, señaló que “Ferrobaires es una cueva de ñoquis”.
El sistema ferroviario en la provincia de Buenos Aires está devastado y en el camino de encontrar los responsables de esta situación, el ingeniero ferroviario Norberto Rosendo, conoce la situación detalladamente.
En la 99.9, brindó detalles sobre el proceso que ha llevado a la situación actual: “desaparecieron unos mil vagones en manos de Ferrobaires. La empresa se quedó con el 50% de la flota que tenía Ferrocarriles Argentinos y la destruyó sistemáticamente, no queda nada. Pasó el tiempo, no hicieron mantenimiento, de dos vagones hacían uno y fueron destruyendo toda la flota”, denunció en principio sobre la empresa.
Claro que se llegó a esta situación por una serie de hechos que tienen en medio un factor común, la corrupción: “Ferrobaires es una cueva de ñoquis. Cuando me junto con amigos me preguntan cuál es la solución y les digo que hay que poner dos camiones celulares de culata en la puerta y llevárselos a todos. Es un tema preocupante, se ha creado un grupo humano muy grande que no hace nada productivo y están agarrados del presupuesto de la provincia. Hay una responsabilidad absoluta del gobernador. No tienen trabajo, hay un plantel enorme de gente y los trenes no funcionan”, destacó Rosendo.
Como suele suceder también, la relación con las hinchadas de fútbol es casi inmediata: “hay gente relacionada a la política y a las barrasbravas. Eso lo comenzó en su momento Duhalde con el Dr. Trezza que fue presidente de Ferrocarriles. Empezaron a usar la empresa ferroviaria como caja, pero se hacían algunas cosas al menos. A medida que pasó el tiempo se fue relajando todo, se robaron muchísimas cosas y cada vez brindaron menos servicios”, argumentó.
Lo que llama la atención es que todo podría haber sido distinto, ya que el contexto era el ideal: “Ferrobaires tenía todo y lo destruyó. Estas cosas pasan porque hay una dirección política que lo avala y lo cubre. Hemos hecho un par de visitas a los talleres y vemos que la situación es mucho más grave de lo que cuentan”, agregó. Su opinión está clara y el destino de la empresa también: “el futuro de Ferrobaires es desaparecer”, sentenció.