Según publicaciones del diario británico The Guardian, el gobierno del Reino Unido habría ordenado espiar las dos cumbres del G-20 que se celebraron en Londres en 2009. También habría planeado hacerlo en la cumbre de la Commonwealth que se celebró en Trinidad ese mismo año.
El diario británico basa sus afirmaciones en los documentos revelados por el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, Edward Snowden. Según se afirma en dichos informes, el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno de Reino Unido (GCHQ) usó “innovadoras técnicas de Inteligencia” para captar las comunicaciones de las delegaciones extranjeras que estuvieron presentes en estas cumbres del G-20.
Aparentemente, el GCHQ creó cibercafés para acceder a los correos electrónicos de las delegaciones extranjeras, se infiltró en sus teléfonos móviles y utilizó un equipo de 45 personas para analizar toda la información en tiempo real. La documentación también denuncia cómo la NSA intentó decodifcar las llamadas realizadas desde Londres a Moscú vía satélite por el entonces presidente ruso, Dimitri Medvedev, y otros miembros de la delegación rusa. Además, informa sobre una campaña destinada a interceptar los ordenadores y los teléfonos móviles de la delegación sudafricana para conseguir los informes para su participación en las cumbres del G-20 y del G-8, en las que el país participa como miembro y observador, respectivamente.
Durante la cumbre de ministros de Finanzas del G-20, el GCHQ identificó al ministro turco Mehmet Simsek y a otros 15 miembros de la delegación como posibles objetivos para “determinar la posición de Turquía sobre los acuerdos de la cumbre del G-20 y saber si tiene la voluntad de cooperar con los demás países”.
El objetivo del Gobierno británico sobre dicho espionaje sería sacar ventaja en las negociaciones con las demás delegaciones. “La intención del GCHQ es garantizar la Inteligencia relevante para los resultados deseados por el gobierno para su presidencia del G-20”, especifica uno de los documentos. “Es una situación en tiempo real como ésta, la Inteligencia recibida podría ser utilizada para influir en los hechos sobre el terreno pocos minutos o pocas horas después. Esto significa que los informes son esenciales”, añade. El espionaje duró seis meses y fue calificado de “exitoso” por los propios analistas.
A su vez, The Guardian señala que Inteligencia del Reino Unido planeó espiar a las delegaciones que participaron en la cumbre de la Commonwealth celebrada en Trinidad en 2009. Un documento del GCHQ difundido por Snowden, habla sobre recabar información sobre las relaciones entre Sudáfrica y Zimbabue y las posturas frente al cambio climático. El documento detalla que el entonces primer ministro británico, Gordon Brown, solo estaría disponible para ser informado el 29 de noviembre; y el entonces ministro de Exteriores, David Miliband, entre el 26 y el 29 de noviembre.