El huracán Lane se convirtió en tormenta tropical pero golpea con fuerza a Hawaii

El huracán se degradó a categoría 2 en la escala Saffir-Simpson después de haber dejado ya fuertes lluvias y deslizamientos de tierra en algunas zonas de las islas.

El huracán “Lane” bajó hoy de intensidad durante su paso por el archipiélago estadounidense de Hawái, en donde siguen las alertas por “los deslizamientos y las inundaciones catastróficas”.
Las principales zonas habitadas del remoto estado insular, incluida la capital Honolulu, se mantenían en alerta este viernes por el paso de la tormenta, que redujo su intensidad a categoría 2 en la escala Saffir-Simpson de 5 pero avanza a paso de peatón (3 km/h) pudiendo provocar grandes estragos.
“Algún debilitamiento adicional se pronostica más tarde y esta noche [del viernes], pero se espera que Lane siga siendo un huracán peligroso a medida que se acerca a las islas”, añadió el último boletín del Centro Nacional de Huracanes del Pacífico (CPHC).
Los efectos de Lane se dejaron sentir con fuertes vientos que golpearon a las islas Maui y Oahu (donde se encuentra Honolulu), que concentran la mayor población.
En varios videos recogidos el jueves por un medio local se observaban carreteras y terrenos inundados en el este de Hawái y los turistas sacaban desde un puente fotografías del agua que se precipitaba de un río a toda velocidad.
En algunas localidades de Isla Grande, la primera impactada y donde aún está en erupción el volcán Kilauea, cayeron 760 mm de lluvia.
CPHC pronostica sobre todo el archipiélago acumulaciones de entre 250 y 500 mm de lluvia y de hasta 1.000 en algunas zonas, “lo que lleva a inundaciones y deslizamientos de tierra catastróficos y potencialmente mortales”.
El presidente Donald Trump, que decretó el jueves el estado de emergencia en Hawái, llamó al gobernador David Ige para ofrecer su apoyo y reiterar “que el gobierno federal está totalmente comprometido a ayudar al estado en los esfuerzos de respuesta y recuperación relacionados con el huracán Lane”, indicó un comunicado de la Casa Blanca.
Las autoridades han prestado especial atención a la protección del sistema eléctrico, tras la experiencia en Puerto Rico en 2017 con el huracán María, que dejó 4.200 fallecidos, según un estudio independiente.
La falta de luz para atender a los heridos y el bloqueo de carreteras para recibir apoyo médico influyeron en el saldo trágico, que según el gobierno de Puerto Rico fue de unos 1.400.
Más de 2.000 personas acudieron ya a los 45 centros de evacuación, indicó Brad Kieserman, vicepresidente de Operación y Logística en Desastres de la Cruz Roja Americana.
“No me sorprendería despertar mañana y tener los centros de evacuación con entre 2.500 y 3.000 personas”, señaló, destacando que por la velocidad “la población de la isla está reaccionando acorde a la amenaza de la tormenta”.