El lado B de los wichis: “No quieren trabajar, rompen las casas, las ambulancias, las escuelas y venden la mercadería”

Desafortunadamente Salta fue noticia nacional en estos dos últimos meses por las muertes de niños wichis a causa de la desnutrición y deshidratación, y partir de estos lamentables decesos fueron muchas las preguntas y los cuestionamientos hacia los por qué ocurrieron tales muertes.

Primero se apuntó hacia Gustavo Sáenz puesto que fallecieron bajo su mandato, luego se afirmó que el ex gobernador Juan Manuel Urtubey ocultó durante años las mismas y hoy salen a la luz de esta manera, pero finalmente un grupo de personas se animó a asegurar que parte de estas muertes también son responsabilidad de los mismos wichis que venden la mercadería que les dan.

Llegó a nuestra redacción audios exclusivos que se compartieron en una charla de personas que viven en las zonas del Chaco Salteño, el Chaco Boliviano y de Tartagal que dan cuenta de lo que ellos ven a diario.

“Que no se han enterado el otro día que han roto el hospital, que han corrido a todos y que tienen por costumbre agarrar y romper todo. Es algo que nos cuesta a nosotros, al Estado. Rompen hospitales, rompen escuelas, te cortan los caminos, no te dejan llevar la mercadería, saquean las camionetas de donaciones. ¿Eso está bien? Ustedes desde allá de Buenos Aires hacen llegar donaciones que no llegan a los aborígenes porque ellos mismos interceptan cuando no los chorea el gobierno de turno porque es la realidad. Moisés Balderrama se ha cansado de chorear ahí”, arranca una de las personas que vivió en el Chaco.

Asimismo, continuó asegurando que desde Buenos Aires se ve una perspectiva que sólo viviendo en el Chaco se puede saber. “Ellos vienen y dicen ‘pobres los wichis’ y qué hacen los wichis, no hacen nada la gran mayoría. Son los menos los que se dedican, ya no hacen más alfarería, no trabajan más el chaguar. Siempre han tenido la comodidad de que se les dé todo de arriba y no es así, hay que hacer algo en la vida, en cambio estos ya están acostumbrados a que se les dé todo de arriba. Todos los años es lo mismo, hasta han saqueado las camionetas con donaciones que llevaban”, arremetió.

Continuó haciendo referencia a la repercusión que tuvo la noticia de la muerte de los niños en el Chaco y expresó que lo que a ella le molesta es que los canales de Buenos Aires buscan la noticia sensacionalista y no muestran la otra parte también.

“Si es verdad, hay que ayudarlos, hay que reeducarlos. Vos le vas a decir, no se hace de tal forma y te rompen una escuela, no le gusta la cara del docente, te rompen la escuela y le pegan a las maestras, las sacan. Qué han hecho hace poquito, han roto el hospital, lo que ha costado, rompen las ambulancias. Eso son personas irracionales y no es uno, porque detrás de uno vienen todos. Porque ahí están acostumbrados a que se les de todo de arriba, no quieren trabajar”, volvió a insistir.

Por otro lado, comentó que en la comunidad que ella sigue visitando, porque vivió allí toda su infancia, deben ser 5 o 6 aborígenes, por lo menos de la parte que ella conoce, que mantienen limpia su casa, que ordenan y que son dedicados. “Yo estuve en Julio y vi chicos de 6 años drogándose con nafta, la mugre en la que viven rodeados es impresionante, es impresionante la escuela de Puntana como estaba”, lamentó.

“Nadie va a negar que se mueren de hambre y que da lástima y dolor de que sean niños los que se mueren de hambre, pero acá hay una realidad que son los mismos padres los que no se ocupan de sus hijos. Te están diciendo los chicos que viven ahí. Y yo viví ahí y vi como vendían la leche, cómo vendían los alimentos y cómo cruzan a Bolivia cuando cobran los planes y lo que menos hacen es comprar comida o alimentos para los chicos o llevarlos al Hospital. Lo primero que hacen es ir a comprar los aparatitos de música a Bolivia”, exclamó esta ex vecina que sigue yendo al lugar donde creció.

En sintonía con esto, comentó que en cuanto a la ropa para los chicos, “ojalá se las pongan, yo me cansé de hacer campañas y de enviar. Y me dolió mucho ver después como la ropa no la usaban, porque era ropa usada, no quieren ropa usada, quieren plata, porque la mercadería que se lleva, también la venden”, aseguró nuevamente.

Uno de los enfermeros de la zona comentó que a las madres les pagan asignación, le dan madres de 7 de 9 hijos, les dan el bono, plan nacer, les dan los tickets canastas. “Yo creo que aquí en Rivadavia es la parte que más reciben cosas, pero como les digo es algo ilógico, les den lo que les den, ya no hay vuelta atrás”, exclamó.

Asimismo, dijo que “el IPV les hizo casas de material a los indios y las botan y se van más allá a vivir en medio del monte bajo un plástico. No tiene explicación porqué hacen eso los tipos. Botan una casa bien hechita, con techo, piso, paredes y se van vivir bajo un plástico. No hay lógica, no sé por qué lo hacen”.

Por último, otra de las vecinas que aún vive por la zona de las comunidades wichis comentó que en esta semana dos de sus vecinos, una pareja, se fueron a hacer cola para que les den la tarjeta alimentar, “han venido con la mercadería parece que ahora han ido y la han cambiado por vino acá en los negocios, ahí están chupando. Tema aborigen no va a cambiar nunca las cosas jamás, no los van a civilizar nunca porque están mal acostumbrados. A la directora del hospital de Victoria le han roto toda la casa, las cosas, y no se le puede hacer nada porque son aborígenes”, sostuvo.