El representante de la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura, Darío Sócrate, se refirió a la dura situación que atraviesa hoy el puerto de nuestra ciudad. “Toda la cadena productiva está dando pérdida”, comentó esta mañana en la 99.9.
A medida que pasan los días, la situación de la actividad portuaria en la ciudad sigue empeorando. Los diferentes sectores pueden presentar distintas realidades, pero todos coinciden en advertir la paralización del puerto y el panorama negativo a futuro.
Esta mañana en la 99.9, dio su opinión el presidente de la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura, Darío Sócrate. Señaló que después de las reuniones, “entendemos que se están buscando algunas herramientas. Sabemos que hubo un avance en una línea de préstamos con el Banco Nación, pero estamos lejos de encontrar algún camino que tenga una luz en el fondo”.
Los problemas pasan por la continuidad de la crisis, que ya empieza a agotar las posibilidades de pronta recuperación: “las distintas actividades para sacar el producto que generan, tienen pérdida. Toda la cadena productiva está dando pérdida. Se puede funcionar un tiempo a pérdida, pero hace 3 años que se complica cada vez más y no hay de dónde sacar recursos para sostener el sistema. Esto, definitivamente, terminará mal”.
El año pasado hubo una extensa crisis que frenó la actividad durante 114 días, y el presente no resulta para nada alentador: “la situación es extrema, nunca me había tocado ver algo así. Hasta los propios gremios están preocupados y quieren encontrar un camino. Los barcos no están saliendo a pescar, en líneas generales. Las líneas de crédito para movimientos y capital de trabajo están comprometidas. El que puede evitar trabajar perdiendo plata, lo hace; y algunos todavía no salieron en todo el año”.
Encima, aparecieron otros sectores que presionan y se vuelve más difícil sobrevivir: “estamos trabajando, como mucho, a media máquina. Eso es insostenible desde el punto de vista social. Se están viendo locuras de algunos proveedores que pretenden salvarse aumentando todo, pero no insumos sino servicios; han crecido hasta un 25%. Esto empuja la actividad al precipicio. Queremos convocar a una reunión con los proveedores más importantes para explicarles esta situación. Creo que son manotazos de desesperación”.
El dinero para salvar ciertas cuestiones no está y la respuesta nacional no es la adecuada, según indicó el armador: “entendemos que deben llegar herramientas del Gobierno nacional, pero no son rápidas. En una reunión con el interventor del Consorcio Portuario, pedimos generar un esquema de financiamiento para los gastos que se generen. Nos dijo que está muy comprometido el presupuesto del puerto también, y no podríamos hacerlo”.
Para ser claros y llamar a las cosas por su nombre, Sócrate sentenció: “el puerto de Mar del Plata hoy está colapsado y sigue colapsado. Nadie se compromete a trabajar para que las zonas operativas sean tales”.
Mientras todo se profundiza, el tan anunciado dragado del puerto todavía no recibió ofertas: “nos dijo Machinandiarena que, habiendo mantenido algunas conversaciones con algunos proveedores, no había posibilidades de contar con la draga acorde al trabajo solicitado en lugares próximos. Las condiciones de contratación es lo que hace atractivo el negocio para estas empresas”. Todo parece complicado y el panorama es muy oscuro. En tanto, el puerto prácticamente no opera.