El ex Secretario de Energía habló en la 99.9 sobre los descuentos aplicados por Puma Energy en sus tarifas y remarcó que puede ser una tendencia que empiece a repetir por dos factores: “se calmó el tipo de cambio y no ha subido el precio del barril”. Aunque destacó que queda un apartado preocupante: el impositivo.
La noticia ciertamente causa impacto, porque no sucede habitualmente. La empresa Puma Energy decidió bajar los precios de los combustibles en distintas localidades entre las cuáles se encuentra Mar del Plata.
Para analizar porqué se da esta medida, habló en la 99.9 el ex Secretario de Energía Emilio Apud explicando que “Puma Energy importa casi todo su combustible, está directamente vinculado con el precio internacional y no está cargada con otros valores que tienen que ver con el costo local. A medida que se calme el tipo de cambio y si no sube mucho el barril, la variable que queda fuera de control son los impuestos”.
Además, señaló que este tipo de medidas se da porque hay una libertad en el mercado por lo que tampoco se puede hablar de cartelización: “en esta etapa donde está muy metida la parte política, le quitan un poco de libertad a la formación de precios. Lo ideal, según la política del gobierno, es que los precios sean libres y que haya competencia entre las empresas y con el mercado internacional. En la medida en que baje la variable internacional y no se modifique el tipo de cambio, las empresas empezarán a competir. Creo que no existe la cartelización porque están las empresas peleando por una parte del mercado”.
El gobierno además, ha dado un paso importante en la comprensión de las tecnologías que se vienen: la explotación del Gas Natural Licuado: “el GNL necesita de una tecnología determinada para transformarlo en líquido e YPF contrató la única barcaza disponible por 10 años pero es de una escala chica. Nos sirve para aprender a utilizar esta tecnología incursionando en un mercado que será el único que nos permitirá explotar el recurso de Vaca Muerta. Se hizo la primera experiencia de manera exitosa”.
El siguiente paso que se debe dar, no será sencillo por la fuerte inversión que representa y la duración del proyecto: “ahora ya se piensa en una planta de licuefacción a una escala más importante y hará falta que se junten varios inversores porque se necesitan entre 3 mil o 4 mil millones de dólares y la construcción tarda entre 3 y 4 años”, anticipó.