El abogado defensor de Federico Sasso se refirió en la 99.9 a los fundamentos del fallo contra su defendido y criticó duramente a la fiscalía: “hay elementos muy concretos en la causa que indican que esta no fue una sentencia a la medida”.
Después de la sentencia a Federico Sasso por la muerte de Lucía Bernaola, se generó una serie de repudios inmediatos indicando que era incorrecto el encuadre que se le había dado a este caso. Sin embargo, el debate en el juicio y las pruebas que se recolectaron no permiten otra figura aplicable al acusado que la que determina su condena.
Así lo explicó el abogado de Sasso, Facundo Capparelli: “para la hipótesis del ministerio público fiscal y los defensores, había una pena mayor porque insistían en la figura del homicidio simple aplicando un dolo eventual. A mi entender, era absolutamente inaplicable a este caso y quedó en evidencia en el transcurso del debate porque la desecharon para tomar la figura del homicidio culposo”, explicó.
En cuanto a los detalles de esta consideración agregó que “la sentencia dice que este caso estaba en las antípodas de la aplicación del dolo eventual. Sasso nunca tuvo la representación concreta de producción del resultado que finalmente sucedió. Antes que perdiera el dominio del auto, no había tenido oportunidad de visualizar a la víctima y el grupo de jóvenes que la acompañaban. Además, recoge una imposibilidad de dolo eventual porque hubo rasgos concretos como que el auto no circulaba en un trayecto recto donde pueda percibir lo que tenía por delante, en segundo lugar se tomaron en cuenta los dichos de los acompañantes que aseguraron que la velocidad era de 70 u 80 kilómetros y no por encima de los 90 como se intentó decir desde la fiscalía”.
Inmediatamente surgió el pedido de una parte de la familia de Lucía Bernaola, que desde el dolor, pretendía una condena muy superior y se llegó a pedir públicamente por una condena a muerte de Sasso: “se respeta pero no comparto que una parte de la familia de la víctima reclame la muerte para mi defendido”, dijo Capparelli. Luego abundó: “no podemos permitir que un ministerio público siga a una víctima por este reclamo. El ministerio fiscal ha sido populista y también irresponsable, lo dije en mi alegato. Durante el proceso, en una actitud populista, el ministerio público indicó que Sasso había traicionado la confianza de la sociedad en el arresto domiciliario cuando ya sabía previamente que las salidas de rango fueron 3 o 4 y sólo durante el primer mes que se le colocó la pulsera y por lapsos no mayores a los 3 minutos. En dos ocasiones mandaron patrulleros al domicilio y constataron que Sasso estaba allí. Eso genera una falsa expectativa en la gente y desmesurada en la familia de la víctima que está atravesando mucho dolor. Ahí es que cuando se da un fallo de acuerdo a lo que hubo en la causa, empieza el descrédito hacia los jueces y los abogados”.
Por otro lado, destacó otro punto de la fiscalía que va por el mismo camino: “mandaron a pedir que se revoque el arresto domiciliario cuando saben que en estos casos, sin sentencia firme, si no hay un riesgo acreditado de obstrucción o fuga, no hay razón suficiente para revocar”.
También cargó contra la irresponsabilidad de los medios en la comunicación de la sentencia: “a uno lo molesta como se exponen los hechos porque se hace ver que la sentencia es para beneficiar a Sasso pero hay elementos muy concretos en la causa que indican que esta no fue una sentencia a la medida”, afirmó.