La abogada y escritora argentino-israelí habló desde Tel Aviv a través de la 99.9 sobre como es la realidad para los habitantes de ese país en medio de la guerra con Hamas.
La realidad día a día en Israel no es sencilla porque hay un contexto internacional muy hostil hacia los judíos. La abogada y escritora argentino-israelí Gabriela Keselman Lob habló a través de la 99.9 contando los detalles de lo que significa estar en territorio israelí.
En principio, señaló que “hay una tensa calma. Tenemos 2 o 3 frentes abiertos. Lo que tiene claro Israel es que la guerra es contra Hamas y no contra Israel. Estamos sufriendo una fuerte presión con países que se manifiestan en contra de la entrada de Israel a Rafah. Netanyahu dijo que no le importan las sanciones y entrará de todos modos. Creo que hay que entrar ahí”.
Por otro lado, agregó que “hay otro frente en el norte con Hezbollah desde el Líbano donde siguen tirando misiles. Tanto el norte como el sur del país están evacuados por lo que estamos esperando que aumente la escalada con Irán desde el Norte. Además, hubo levantamientos y atentados en Cisjordania. Israel además de pelearse con la prensa y el antisemitismo, está con esos tres frentes abiertos”.
Ante toda esta situación global, empezó a verse un evidente antisemitismo que para Kestelman Lob está vinculado a lo que estaba latente pero escondido: “desde el 7 de octubre la gente que disimulaba el antisemitismo, usaba el disfraz del antisionismo, que es lo mismo. A partir de ahí se sintieron habilitados a expresarse porque lo empezaron a hacer otros, de alguna manera se les legitimó”.
Cuando eligió vivir en Israel con su familia, sabía muy bien los riesgos que afrontaba pero también los beneficios que tendría. Para Gabriela, hay que poner cada cosa en su debido lugar porque lo que sucedió el 7 de octubre fue algo completamente brutal: “ahora estoy hablando desde una esquina en Tel Aviv con el Iphone en la mano y con los Ipad en la oreja esperando para ir a comer con mi familia. Eso vine a buscar a Israel. Sabemos que eventualmente podemos tener un atentado terrorista, lo que uno no sabe es que puede sufrir lo que pasó el 7 de octubre. Era impensado para cualquier persona nacida aquí”.
La reacción a la acción de Hamas fue tratar de hacer algo desde su lugar y mostrar la realidad que se estaba atravesando a través de las redes sociales: “esto me generó un sionismo que ni siquiera yo sabía que tenía. Me quedó claro el 7 de octubre que todo el proceso lo quería vivir en primera persona, no me iba a informar a través de las noticias. Visité todos los lugares que podía visitar y no sentí miedo. Estamos preparados para saber lo que hay que hacer cuando hay misiles, pero nadie está preparado para un pogromo”.