Especialistas de la Fundación Favaloro identificaron vínculos entre la fibrilación auricular y los ACV que ocurren durante el sueño.
La cardióloga Victoria Sammartino, experta en arritmias del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), explicó a BBC Mundo que el peligro de la fibrilación auricular consiste en que puede producir coágulos que luego se desprenden en la circulación general, pudiendo generar embolias.
Los especialistas de la Fundación Favaloro estudiaron a 356 pacientes que sufrieron ACV isquémico, la forma más frecuente de ataque cerebral que ocurre por una obstrucción en el flujo sanguíneo. “Este estudio llama la atención sobre la posibilidad de que una arritmia no diagnosticada pueda ser responsable de este ACV, y hay que estudiarla agresivamente; en especial en los pacientes que tuvieron un ACV durante el sueño”, aclaró la experta. De los pacientes estudiados, el 11% había sufrido un ACV durante la noche o al despertar.
Los médicos que monitorearon a los pacientes durante 72 hs. descubrieron que casi el 10% sufría de fibrilación auricular que no había sido diagnosticada antes del ACV. Pero lo más impactante es que el vínculo entre esta arritmia y los ACV era tres veces más frecuente en los pacientes que habían sufrido el ataque cerebral nocturno.
El director del Centro de ACV de la Fundación Favaloro, Francisco Klein, comentó que este descubrimiento resalta la importancia de detectar y tratar la fibrilación auricular. Según Sammartino, si bien la mayoría de la gente que sufre de esta arritmia se da cuenta de ello porque genera palpitaciones, en algunos casos, especialmente en las personas mayores, puede pasar inadvertida.
Aun así, el estudio no aclara si las arritmias halladas y no diagnosticadas previamente fueron las causantes del ACV o si, por el contrario, fueron ocasionadas por el infarto cerebral. Tampoco establece cuál es la relación entre la fibrilación auricular, los ACV y los trastornos respiratorios del sueño.
Sin embargo, la nueva información “nos puede ayudar a prevenir un segundo ataque, algo especialmente útil para quienes sufrieron accidentes isquémicos transitorios (AIT), que muchas veces llegan hasta la consulta médica sin síntomas”, afirmó Klein.