El concejal Lucas Fiorini, del Frente Renovador, habló esta mañana en la 99.9 sobre la reunión que mantuvieron con el fiscal Fabián Fernández Garello por la causa de las licencias truchas. Apuntó a la conducta social que avala el delito de los funcionarios y señaló: “no solamente me preocupa lo que pasó, que es una barbaridad, sino la connivencia de una sociedad completa. Había muchos marplatenses que se prestaban a esto, aunque la responsabilidad del funcionario público es mucho más grave”.
El escándalo por las licencias truchas en Mar del Plata sigue trayendo sus repercusiones. Hoy, con una investigación en curso y todos los cañones apuntados hacia Juan Carlos Belmonte, el fiscal general Fabián Fernández Garello dio a conocer parte del trabajo que realizaron para llegar a las detenciones.
El concejal Lucas Fiorini, del Frente Renovador, habló esta mañana en la 99.9 y brindó detalles sobre su encuentro con el Fiscal: “la Fiscalía estuvo investigando durante mucho tiempo en base a una serie de instructores y con tecnologías que no se pueden detallar ahora por prudencia. Eso permitió que no solamente el ilícito quede en la persona que agarrás infraganti, sino que se llegue a la cabeza de la red”.
Refiriéndose a uno de los principales datos que permitieron desenredar la maraña corrupta, señaló: “tenían dos líneas de investigación. La primera, por una denuncia interna; y la segunda, por una persona ajena al organigrama, y se prefirió esta última. Creo que, por lo que nos explicó el Fiscal, eso fue mejor porque la investigación en definitiva terminó bien”.
Si bien Fiorini tiene en claro que la responsabilidad máxima le corresponde a los funcionarios que hacían negocios ilícitos, no dejó pasar la oportunidad para hablar de una coyuntura social que permite que este tipo de situaciones prolifere: “hay responsabilidad de los actores públicos que hicieron esta estafa, pero también está la predisposición de la sociedad a consumirla. Fernández Garello tenía claro que debía apuntar sus recursos a la cabeza, no se distrajo en otras cosas. Quiero aportar que me preocupa no solamente lo que pasó, que es una barbaridad, sino la connivencia de una sociedad completa. Había muchos marplatenses que se prestaban a esto, aunque la responsabilidad del funcionario público es mucho más grave”.
Más allá de que su fuerza política está en las antípodas del kirchnerismo, el edil destacó la intención de establecer una justicia limpia para que los ciudadanos puedan sentirse protegidos: “tuvo razón la Presidenta al hablar de la corporación judicial, pero el remedio ha sido un desastre que avanza hacia un totalitarismo. La justicia es la última defensa que le queda al ciudadano de a pie; tenemos un Consejo de la Magistratura que no funciona y paga sueldos fabulosos aunque no evalúa la probidad de los jueces.
Mientras se espera más novedades en la causa, Fiorini destacó: “hay que hacer una reforma política muy grande, porque el Estado está concebido como un motín donde tratás de llegar para acumular más poder. Eso está destrozando a la Argentina”.