El ex Secretario de Hacienda habló en la 99.9 sobre la controversia que sigue existiendo por el pago a asesores, a pesar de su salida del gobierno que supuestamente era el principal inconveniente: “Estamos en una situación complicada desde lo macroeconómico y la política pretende seguir de fiesta”, dijo. Además, señaló contra el hijo del intendente: “Guillermo Arroyo es el principal responsable de la mala relación del ejecutivo con el Concejo”.
A pesar de la salida del Hernán Mourelle del gobierno de Carlos Fernando Arroyo, la polémica por el pago a los asesores se mantiene latente. Más allá de los argumentos que se esgrimieron durante meses, parece que el ex Secretario de Hacienda no era el problema central.
El propio funcionario que se encargó de manejar la economía del Partido de General Pueyrredón en los últimos años, destacó en la 99.9 que el verdadero problema está en que “la política lo que ha hecho es satisfacer sus propias necesidades, pero ninguna de las necesidades de la gente. Estamos en una situación complicada desde lo macroeconómico y la política pretende seguir de fiesta”.
El dinero que gasta el municipio por cada edil, resulta realmente desmedida y no tienen intenciones de reducirla: “es increíble que un concejal en Mar del Plata tenga 10 o 12 asesores cada uno más el personal de planta porque cuesta 10 veces cada concejal su propio sueldo. Independientemente de que hubo una ley que indicaba que tenían que gastar la mitad del dinero en asesores pero como siguieron al mismo ritmo, a mitad de año consumieron ese presupuesto. No es un tema de diálogo, sino que quieren mantener el gasto que tenían”, aseguró.
La explicación de porque pretenden seguir manejando el mismo esquema, es muy sencilla: “para tener un parámetro, son 500 o 600 mil pesos mensuales por concejal. De eso es lo que estamos hablando”. Cifras increíbles.
En ese sentido, como no hay una buena comunicación entre el Concejo Deliberante y el Intendente, Mourelle señaló a un culpable: “Guillermo Arroyo es el principal responsable de la mala relación del ejecutivo con el Concejo porque funciona al revés. En vez de ser polea de transmisión de las necesidades del ejecutivo al legislativo, funcionó en forma inversa. Es polo de transmisión de las necesidades del Concejo Deliberante sobre el Ejecutivo”.