El abogado Jorge Vitale, en su condición de laico, remarcó en la 99.9 las diferencias que hay con las monjas y además, aclaró que la Iglesia no se debe despegar de esta situación: “Somos muchos los laicos que salimos a la calle todos los días para ayudar a la comunidad, pero que quede claro que los laicos no son sólo aquellos que salen en el video”, indicó.
La aparición de las laicas consagradas colaborando con José López en los videos que han circulado constantemente en los medios, ha generado una importante confusión porque siempre se las trató en la mayoría de los casos como monjas, aunque hay diferenciaciones que se deben realizar.
El abogado Jorge Vitale se mostró muy preocupado por hacer esa distinción luego de definirse como laico. En la 99.9, señaló que “ha ensuciado muchísimo a miles de laicos consagrados y nada tienen que ver con estos sectores que utilizan a la Iglesia para llenar sus fondos. Es como las distintas áreas que ha tocado el kirchnerismo, como el caso de los derechos humanos”.
En el caso puntual, de lo sucedido en el convento donde José López llevó el dinero, aclaró que “estas agrupaciones primero se constituyen y después son reconocidas por el Vaticano. Todo lo que es Luján depende directamente del Vaticano. El obispo depende del Papa Francisco. Lo que no hay claridad es en la forma de especificar como funciona. La Iglesia controla al obispo y todo el funcionamiento. Si es irregular, deben hacerlo saber pero se guardó mucho silencio”.
Lejos de las diferenciaciones que ha hecho Monseñor Arancedo tratando de “despegar” a la Iglesia de los laicos, Vitale argumentó que “no es verdad que los laicos consagrados no representan a la Iglesia. Somos muchos los laicos que salimos a la calle todos los días para ayudar a la comunidad, pero que quede claro que los laicos no son sólo aquellos que salen en el video”. También advirtió que “es necesaria una debida aclaración del convento. No podemos decir que no forma parte del control de la Iglesia porque existen desde la Argentina. Esto no debe manchar a todos los demás y el silencio no es bueno”.
Por último, el abogado reivindicó la tarea de los laicos ante las carencias que tiene hoy la Iglesia: “todos los días hay más necesidades para brindar ayuda, darles de comer, los enfermos que están sólos en los sanatorios, en las cárceles y eso lo hacen los laicos. La vocación sacerdotal en Argentina disminuyó un 170% respecto de hace 20 años y somos los laicos los que salimos con el brazo de la Iglesia”.