En Francia más del 23% de la población no está vacunada contra el sarampión. La OMS recomienda una tasa de vacunación del 95% para eliminar la enfermedad.
Desde 2008, se han registrado más de 24.000 casos de sarampión en Francia. Desde hace nueve años, 10 menores han fallecido por esa enfermedad en el país galo. Estos alarmantes datos han conducido a Francia a tomar la decisión de obligar a la vacunación contra 11 enfermedades a los menores a partir de 2018, como anunció recientemente el primer ministro, Edouard Philippe.
En Francia, actualmente son tres las vacunas obligatorias: la de la difteria, la del tétanos y la de la poliomielitis, a las que se unirán la de la tos ferina, la hepatitis N, la del bacilo Pfeiffer, la del pneumococo, la del meningococo C, la del sarampión, la de las paperas y la de la rubeola.
La ministra de Sanidad de Francia, Angès Buzyn, explicó en rueda de prensa que la medida tendrá “una duración limitada”, recoge el diario francés Le Monde, con el objetivo de abordar el problema de no vacunación que vive el país: hasta el 41% de los franceses duda de la seguridad de las vacunas, muy lejos del 12% de media mundial.
De hecho, con respecto al sarampión, hay más de un 23% de la población francesa sin vacunar en edad de estarlo, uno de los porcentajes más altos de Europa. En concreto, para la eliminación de esta enfermedad la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un 95% de cobertura. En Francia, a penas llegan al 75%.
Otros países europeos
Esta medida se suma a la que ya anunció Italia en mayo de este año, por la que a partir de septiembre obligará a los padres a vacunar a sus hijos. Contemplan sanciones de hasta 7.500 euros en casos de incumplimiento de la norma.
Los brotes que viven ambos países desde hace años han desembocado en estas decisiones. Según la OMS, Italia es el sexto país del mundo con más casos de sarampión. Sólo en lo que va de año acumula más de 3.000.
Pero hay más. Según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, dependiente de la Unión Europea, en el mismo periodo ha habido 3.922 casos de sarampión en Rumanía, 950 en Alemania, 460 en Reino Unido, 327 en Francia y 316 en Bélgica. De estos países, sólo en Rumanía es obligatoria esta vacuna.
En Europa, actualmente son 12 los países en los que la vacunación es imperativa: Bulgaria, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia, aunque no en todos las mismas, El calendario de vacunación en España no es obligatorio, sino que se basa en recomendaciones.
La situación en España
En nuestro país la situación es menos preocupante, aunque sí ha habido problemas de desabastecimiento de vacunas a lo largo de los años que han afectado a diversas comunidades autónomas.La última alerta, decretada en febrero de 2017 por el Ministerio de Sanidad, comprendía las vacunas del tétanos y la difteria. La falta de estas inmunizaciones duró tres meses. También ha habido problemas con la de la meningitis B, cuyo suministro se solventó en marzo.
En cuanto al sarampión, entre enero y mayo de 2017 se han registrado 84 casos. La tasa de vacunación supera el 96% en primera dosis y el 94% en la segunda.
Estos porcentajes son similares para otras vacunas del calendario español: la de poliomielitis, la de Hepatitis B, la de DTPa (difteria, tétanos y tos ferina) y la de haemophilus influenzae tipo B alcanzaron el 97,2% en primovacunación -la primera inmunización- en 2016, mientras que la de meningitis C llegó al 98%, según datos del Ministerio de Sanidad. En las segundas dosis la cobertura disminuye ligeramente, pero supera el 95%.
Por comunidades autónomas, es la Comunidad Valenciana la que tiene las tasas más altas de vacunación en primera dosis, llegando incluso al 100% para algunas vacunas, junto con Madrid , que se mueve en el 99%. En el lado opuesto, Cataluña es la que tiene las tasas más bajas (en torno al 94%). En el caso de la segunda dosis, es Extremadura la que tiene menor tasa de cobertura, con algo más de un 87%.
En aquellas vacunas que necesitan una tercera dosis, como la DTPa o la Meningitis C, la cobertura se reduce significativamente hasta porcentajes en torno al 70%.
¿Obligar a la vacunación en España?
No obstante, los expertos consideran que, hoy por hoy, no es necesario tomar en España las medidas adoptadas en Francia e Italia. Así lo asegura a EL MUNDO el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós José García Rojas.
García explica que el pequeño grupo de menores que no acude a vacunarse no es homogéneo: por un lado están los que pertenecen a familias que no pueden vacunarlos, por otro, aquellos que, debido a una patología, tienen contraindicada la vacunación y, por último, los padres y madres que deciden no vacunar libremente, un sector “que afortunadamente es escaso”.
Respecto a este último grupo, el experto indica que “no hay que criminalizarlos, sino convencerlos con pedagogía”.
En cualquier caso, la obligatoriedad de la vacunación debería ser “el último recurso”, según la perspectiva de la coordinadora del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología, Ángela Domínguez. “En principio, las personas se deberían vacunar porque están de acuerdo en recibir las vacunas, aunque en determinadas ocasiones puede ser necesario porque haya un riesgo de salud pública evidente”, explica la experta a este diario.
En su opinión, el hecho de que ya no se vean muchas de las enfermedades para las que hay vacuna crea una “falsa percepción” de que ya no existen. “Pero mientras el virus esté, puede producir la enfermedad”, asegura. Rodríguez recuerda que, hasta ahora, sólo se ha conseguido erradicar la viruela gracias a un exitoso programa de vacunación global.
El caso del sarampión, además, es muy particular. Según explica Rodríguez, es muy contagioso: de un sólo caso pueden darse hasta 18 más. “El porcentaje de infectados depende de la facilidad que tenga el agente para transmitirse y también influye la eficacia de la vacuna, ya que no son 100% eficaces, pueden fallar en una proporción que varía”, recuerda.
Tampoco son 100% seguras. “No obstante, los riesgos asociados a las vacunas son menores a los riesgos asociados a padecer la enfermedad, el riesgo cero no existe”, advierte.
Una encuesta llevada a cabo por Sanofi Pasteur en 2016 reveló que más del 80% de los españoles se vacuna no sólo pensando en su protección individual, sino también en la expansión de los virus y en proteger a quienes les rodean.
Efecto colectivo
En este sentido, Rodríguez explica que la vacuna, además de proporcionar un efecto protector a la persona, “contribuye a que la progresión de la enfermedad sea más difícil y por lo tanto a que haya menos brotes”. “Las personas que no se vacunan se benefician del efecto colectivo”, añade.
“Son problemas de sociedades donde no se ven estas enfermedades. En países en vías de desarrollo las vacunas son mucho más bienvenidas”, concluye Rodríguez.
Desde la OMS, el oficial técnico del Programa de Enfermedades Evitables con Vacunas e Inmunización de la Región Europea, el doctor Mark Muscat, explica a este periódico que las tasas de vacunación insuficientes “son un problema muy serio”. Así, el experto recuerda que todos los países de la Unión Europea se han comprometido con el Plan de Acción 2011-2020 de esta organización, por lo que deben alcanzar una alta cobertura de inmunización en todos los niveles administrativos para proteger completamente a sus poblaciones de enfermedades prevenibles con vacunación.
“Es preocupante ver que las tasas de cobertura nacionales se han estancado en algunos países e incluso han descendido en los últimos años”, admite Muscat. “Con el tiempo, esto lleva a que se acumule un número de individuos vulnerables y puede, a la larga, dar lugar a brotes”, añade.
Por ello, recuerda que, hasta que todos los países hayan alcanzado una cobertura suficiente, todos los individuos vulnerables serán susceptibles de contraer una de estas enfermedades. “Debemos asegurarnos de que todas las personas entienden el valor de la inmunización y de las vacunas“, indica.
“Recibir todas las dosis de las vacunas recomendadas según el calendario establecido permitirá a la persona producir una respuesta inmune más específica y más duradera”. En cualquier caso, Muscat recuerda que los calendarios de vacunación están diseñados minuciosamente para ofrecer la mejor protección posible cuando más sea necesaria.