La renuncia del Papa Benedicto XVI abrió muchos interrogantes. Refiriéndose al tema, el analista Horacio Calderón afirmó esta mañana en la 99.9 que la Iglesia Católica no sufrirá cambios importantes en su postura hacia temas clave. “Hay que poner orden en la propia casa”, destacó sobre el nuevo pontífice.La renuncia del Papa Benedicto XVI ha generado una enorme incertidumbre sobre lo que sucederá después del 28 de febrero, fecha fijada por el propio pontífice para dejar su cargo.
Alguien que conoce internamente esta situación es el analista internacional Horacio Calderón. Esta mañana en la 99.9, brindó su opinión sobre la sucesión que se espera en la Iglesia Católica. “Fue una sorpresa que se concrete la idea del Papa Benedicto XVI de que eventualmente podría dejar el pontificado en caso de no sentirse capaz o habilitado para hacerlo. Esto lo había anticipado, como lo hizo Juan Pablo II sin concretarlo”, destacó inicialmente.
Ahondando en el tema, aclaró: “no puedo separar mi condición de católico practicante con la de analista. Lo que uno piensa en su casa lo tiene que expresar públicamente, si no es un fraude”. Luego abundó: “nunca creí en el tema de las candidaturas. En el caso del Cardenal Ratzinger, se hablaba mucho de que podría ser él y finalmente lo fue. Pero nadie suponía que habría un Papa polaco como Juan Pablo II, que en su momento fue una sorpresa y terminó reinando durante décadas”.
Entre la larga lista de posibles pontífices hay un argentino y dos africanos. En este sentido, Calderón indicó: “no arriesgaría nombres, son elecciones hechas por seres humanos. Pero quienes creemos en Dios y somos católicos, creemos que eso es obra del Espíritu Santo, que influye sobre las personas. Desde el punto de vista práctico, el próximo Papa será elegido en un cónclave por una cantidad importante de cardenales que han sido ordenados por este Sumo Pontífice”.
Atendiendo a quiénes serán los que elijan al próximo Papa, se pueden sacar conclusiones sobre los pasos a seguir: “si uno estudia la composición del Colegio Cardinalicio, tiene que presumir que su línea no cambiará mucho respecto del pontífice actual. Quienes piensen que habrá cambios profundos en cuestiones vitales como el celibato, el sacerdocio femenino, el aborto o la cuestión de las uniones entre personas del mismo sexo, que se vayan olvidando, porque la Iglesia no va a cambiar”.
Como especialista en la situación de Medio Oriente, Calderón no pudo dejar de referirse a la disputa política: “hay avances de la globalización, que tendrá que aggiornarse en el marco de los acontecimientos gravísimos de África del Norte y Medio Oriente, y también en relación a la crisis siria. Estamos hablando de la cuna del Cristianismo”.
Hay varios factores que harán la elección del próximo Papa, como mínimo, un acontecimiento especial. Por ello, Calderón concluyó: “estamos frente a un cambio, una finalización de un ciclo histórico acompañado de un cambio generacional. Eso, en la cuna de Cristo, tendrá que tener una respuesta contundente del próximo Papa. Entre las razones para tomar la decisión de Benedicto XVI, se encuentra la capacidad física de llevar sobre sus hombros la carga de un pontificado que debe estar apuntado en esa dirección, no sin antes poner orden en la propia casa, que es algo importante”.