En diálogo con la 99.9, el diputado provincial Mauricio D’Alessandro se refirió a los graves problemas que afectan a la Provincia de Buenos Aires. Recordando el grave conflicto que se vive por la inseguridad, comentó que “el 85% de los habitantes se levanta preocupado por la inseguridad”.
El diputado Mauricio D´Alessandro habló esta mañana en la 99.9 sobre los problemas que afrontará la Provincia de Buenos Aires durante este nuevo año y recordó algunos que hoy forman parte de una agenda inconclusa. Entre ellos, el estado de las rutas provinciales. En este sentido, destacó que “la Legislatura tiene limitadas las formas de hacer cumplir el presupuesto, porque las obras figuran allí pero después, a medida que se deben ejecutar, el Ejecutivo aspira los fondos para otras cosas. Lo mejor que puede hacer uno es judicializar las obligaciones del Ejecutivo a través de un amparo”.
Definiendo de manera categórica la situación, expresó que “la Provincia es un gran chichón”. Y agregó: “todas las rutas son un chichón. Imaginemos lo que está debajo de esa línea, como la salud y otras cuestiones resueltas a los ponchazos. Se trabaja sobre la emergencia, disimulando el gran déficit”, destacó.
Con todas estas preocupaciones, las estadísticas ponen a la inseguridad como uno de los aspectos más delicados. “Ayer veía una encuesta donde se establece que la inseguridad es la principal preocupación para el 85% de los habitantes. Eso quiere decir que no hay nadie en la provincia que no se levante preocupado por la inseguridad. Después aparecen la inflación y el desempleo, y ahí nomas le sigue el acceso a la salud”, puntualizó el legislador.
Todas estas cuestiones tienen que ver también con las estadísticas públicas que tratan de disimular la realidad. “Es probable que nunca vea un pobre en Argentina, porque para ser pobres 4 personas tienen que ganar 1.800 pesos, según el Gobierno Nacional. No se puede conocer así lo que pasa, hay 13 millones de argentinos que son pobres. Hay mucha manipulación de datos, pero me sigue llamando la atención que ni creciendo a una tasa de 10% durante 10 años se pueda bajar más del 1 o 2% la pobreza. La línea de bienestar está muy lejos de la parte más baja de la población”, explicó D’Alessandro.
Los subsidios siempre están bajo la lupa, así como el análisis político de su implementación. Pero el diputado afirmó que “el problema pasa porque el mecanismo de subsidios es difícil de controlar y ordenar. Ayer miraba en esa encuesta lo que pensaba la gente sobre los saqueos. Un 30% cree que representan esa marginalidad y las necesidades básicas insatisfechas; más del 20% entiende que han sido fomentados por el sindicalismo, y otro porcentaje menor opina que los originó el propio Gobierno”. Luego agregó. “el modelo vuelca mucho dinero hacia abajo, que muchas veces se desperdicia, pero la ayuda llega. El problema está en que esa ayuda no les permite engancharse en el nivel de bienestar básico, están muy lejos de eso; el padre no trabajó, el hijo tampoco y los otros hijos tampoco lo van a hacer. No hay posibilidad de no ligar la marginalidad a la exclusión social. Pero la solución no pasa por volcar plata”.
Por último, y basándose en la misma encuesta, D’Alessandro ejemplificó: “gran parte de la población piensa que estaremos peor en el futuro, sobre todo entre las damas. Se genera una gran desazón que va acompañada de la exclusión del sistema”.