La tragedia de los Boeing: cómo es el software que puede ser la causa de los accidentes

Pilotos hablan sobre el sistema de control automático del avión que se estrelló en Etiopía.

La investigación de la tragedia en Etiopía puso en la mira el sistema de control automático que tiene el Boeing 737 Max 8, el modelo de avión que cayó el domingo poco después de despegar en Adís Adeba y dejó 157 muertos.

Este martes, la empresa Boeing anunció que hará una actualización del programa operativo de toda su flota de 737 MAX 8. La reacción llega poco después de que los reguladores estadounidenses le ordenaran hacer “mejoras urgentes” y mientras más compañías deciden dejar de volar ese modelo, incluida Aerolíneas Argentinas.

“Boeing es el constructor de la línea Boeing 737 desde hace muchos años. Ha tenido un altísimo nivel de confiabilidad. A partir de que han querido eficientizar más este tipo de aeronaves, construyeron el nuevo avión que se llama Boeing 737 Max”, cuenta a Clarín Juan Pablo Mazzieri, piloto con experiencia en este avión y miembro de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).

“A esta aeronave, para preservar las mismas características de vuelo que tenía su predecesor (el Boeing 737-800) se le incorpora un nuevo software, llamado MCAS (Sistema de Aumento de Características de Maniobras), que lo que hace es mostrar las mismas características de vuelo que el anterior”, sigue Mazzieri.

“Requiere este sistema porque esta nueva aeronave tiene motores más grandes, están posicionados más adelante (que la versión anterior) y lo que hace es que genera un momento de ‘nariz arriba’. Es decir, que levanta la nariz el avión. Entonces necesita, para mantener las mismas condiciones de vuelo (que en el modelo anterior), que actúe un sistema software para poder bajar esa altitud”, sigue el piloto.

Cómo funciona el software

El sistema MCAS se creó para evitar que la nave entre en lo que se llama “pérdida”. Busca evitar que el avión levante demasiado la nariz. Entonces, de manera automática, se baja la nariz y así contrarresta un potencial error del piloto.

Pero esta novedad le habría generado inconvenientes. “Lo que está ocurriendo acá es que la computadora entiende que el avión está con la nariz elevada, le baja la nariz, pero en realidad no está con la nariz elevada”, analiza Sicardi.

Para Mazzieri, este sistema “contribuye de manera automática a darle maniobrabilidad al avión”. Ante la consulta de si el piloto puede desactivarlo, responde que “es posible” pero solo “a partir de resolver o usar un protocolo de fallas que no está vinculado precisamente con esta falla puntual”.

“En principio, fue diseñado para que tenga prevalencia el sistema automático por sobre el input que le da el piloto. A menos que el piloto decida interrumpir este sistema”, continuó Mazzieri.

Al respecto, Pablo Biró indicó que “este sistema actúa muy lentamente y los pilotos no pueden identificar la falla”. Y remató: “La guerra comercial se hizo más agresiva y aumentan los tamaños de los aviones y la potencia de los motores, y usan sistemas de control en los comandos de vuelo donde el piloto no tiene injerencia o no tiene instrucciones”.

Por su parte, el piloto y consultor aeronáutico Ezequiel Sicardi dijo a TN que se trata de un sistema que busca quitarle responsabilidad al piloto. “Estamos ante una situación de incertidumbre muy grande donde el piloto no sabe cómo resolver la emergencia. Porque el automatismo está siendo tan grande, la situación en que la que la computadora y el software actúan sobre la aeronave es tan potente, que el propio piloto no tiene cómo resolverla”, señaló.

Un sistema oculto para los pilotos

En octubre de 2018, en Indonesia, hubo otro accidente con un Boeing 737 Max, de la aerolínea Lion Air, que dejó 189 fallecidos. Recién a partir de entonces se descubrió que el avión tiene este sistema y se explicitó este nuevo software.

“Estaba oculto para los pilotos. No teníamos información respecto a este sistema, ni cómo abordar una potencial falla”, dice a este medio Mazzieri.

Por su parte, Biró remarcó que “se había omitido información” en el manual y que “ni los técnicos, ni los pilotos tenían precisión para saber cómo funcionaba por completo el sistema”.

Mientras que Sicardi denuncia que “es una grave posición la que tuvo la compañía Boeing en lanzar este producto al mercado sin darle a la tripulación una información precisa de lo que ellos habían implementado”.