Juan Carlos Bellino, director del “Hogarcito de los Niños” que funciona en el Barrio Parque Palermo, habló esta mañana en la 99.9 sobre el robo que sufrieron hace un par de días. Gracias al trabajo policial, pudieron recuperar gran parte de lo robado. “Las cosas que nos robaron estaban cruzando la calle, el resto estaba a dos o tres cuadras”, destacó. Además, se refirió a los problemas de drogas en esa zona de la ciudad.
La inseguridad no deja puerta sin golpear. En el Barrio Parque Palermo, el “Hogarcito de los Niños” sufrió un asalto; les robaron muchos elementos de valor fundamentales para brindar el servicio de comedor a más de un centenar de niños.
Esta mañana en la 99.9, el director del hogar, Juan Carlos Bellino, contó lo sucedido: “tuvimos un robo bastante importante en el Hogar de Labardén 3036. Fue en la noche de anteayer a la una de la mañana cuando entraron a la secretaría rompiendo el candado. Se llevaron las ollas, un aparato grande de televisión, cosas de la cocina, toda la comida, como 25 pollos que había congelado; además de todo el desastre que hicieron adentro”.
A pesar de la tristeza que se generó en el momento, fueron a buscar respuestas ante la policía, y las encontraron: “en el día de ayer recuperamos prácticamente todo. Nos hicimos presentes en la Comisaría 16º con un grupo de padres, hablamos con el subcomisario. Se movió la policía y mediante un arrepentido, recuperamos lo más importante”.
Lo peor es que estos robos pueden seguir ocurriendo en cualquier momento y todos saben quiénes son los delincuentes y lo que hacen constantemente en el barrio. “El problema, siempre, es con un grupito que está identificado; pero como son violentos la gente tiene miedo por las represalias que puedan tomar después con los niños y las mujeres. Todo el mundo los conoce, saben quiénes son, pero como andan en grupo y están armados nadie quiere actuar. El otro día se tirotearon en la esquina del Hogar donde vienen a comer los chicos”, dijo Bellino.
Los vecinos son conscientes de que, a veces, la policía no puede hacer demasiado cuando se trata de menores de edad: “la ley que protege a los menores le quita las armas a los policías para poder actuar. Son todos menores, menos uno. Están identificados y se hicieron las actuaciones policiales. Ayer, la policía se presentó dos veces y también la policía científica. Pudimos recuperar las ollas que son grandes y especiales; la comida no la recuperaremos, pero nos gustaría tener nuevamente lo que utilizábamos para el monitoreo de la cámara de seguridad”.
Los delincuentes tienen todo controlado y saben incluso cuánto tiempo tienen para hacerse con el botín: “fue cosa de 10 minutos, ellos saben cuánto tarda la policía en llegar. La policía está a 30 cuadras del Hogar, calculan cuánto tardarán en llegar y se roban todo lo que pueden”.
Si bien Bellino habló del tema como si fuera normal, es destacable que al momento de encontrar las cosas sustraídas no estaban demasiado lejos: “las cosas que nos robaron estaban cruzando la calle, el resto estaba a dos o tres cuadras, algo que denunciamos y estamos esperando que actúe la policía. Los que hicieron el robo no están en el barrio ahora, pero no es raro que en 10 días aparezcan de nuevo”.
Como siempre, la droga es protagonista de estos hechos, como sucede en cualquier barrio de la ciudad: “es un grupo de muchachos que se juntan a drogarse cuando el Hogar cierra. Se juntan a veces en la puerta del Hogar a la una de la mañana para drogarse, vender droga, tomar alcohol y demás. Es algo que viene de hace mucho tiempo. Nos robaron cuatro postes de teléfono en la puerta del Hogar y dos veces el medidor de la luz”.
Nada les impide a estos jóvenes robar y dañar. Ni siquiera el hecho de saber que los chicos del propio barrio se acercan al Hogar para recibir un plato de comida. “Tenemos 120 y hasta a veces 140 chicos a los que les damos de comer. La gente tiene la ayuda de los planes sociales pero no tiene otros recursos. El problema social siempre existe. La droga empieza a trabajar con los chicos a los 12 años, el pegamento es como si fuera una necesidad o una moda, de ahí para arriba después es cualquier cosa”, concluyó Bellino.