Así lo indicó la abogada en la 99.9 refiriendose al fallo que declaró inocente al carnicero que persiguió y atropelló a un delincuente: “es un germen que está creciendo”, dijo sobre este tipo de juicios.
El proceso de juicio por jurados determinó en las últimas horas la inocencia del carnicero que persiguió y atropelló a quien lo había robado, mostrando otra cara de este tipo de proceso que tiene que ver con la empatía que se genera más allá de lo estrictamente técnico.
La abogada Liliana Pérez fue una de las impulsoras a nivel local del juicio por jurados y advirtió en la 99.9 que “no debería ser electivo, sino obligatorio para ciertos tipos de delitos”.
La diferencia principal tiene que ver con la posibilidad de aportar un punto de vista humano que los jueces y fiscales no le imponen en ciertos casos: “lo que tiene el jurado de distinto en la apreciación del juicio técnico es que puede apartarse de que la prueba sea de una manera determinada. Juzgan más que nada los hechos con sentido común que no está mal y resuelve culpabilidad o inocencia y punto”, agregó.
La referencia al juicio por jurado se hará cada vez más importante y así lo expresó la propia letrada: “es un germen que está creciendo y puede ser una forma de que la sociedad madure. En algún momento, eso llevará a que uno también pueda exigir como sociedad otra respuesta. Se podría juzgar siempre con el sentido común”.
En el caso del carnicero específicamente se utilizó como estrategia de defensa la emoción violenta retardada y Pérez explicó de que se trata: “es la gota que colma el vaso”, comparó. Luego abundó: “son cosas que se van acumulando y que uno guarda hasta un momento de explosión que lleva a tomar ciertas actitudes, a veces sin que el hecho final sea tan grave. Es una reacción violenta que no le permite a la persona controlar la situación. El jurado, también padece este tipo de situaciones y es víctima de las mismas agresiones que el imputado en hechos de inseguridad, por eso se falla de una manera distinta a lo estrictamente técnico”.