Lorena Canet Juric: “Hay que aplicar soluciones que funcionen en la educación para no seguir acumulando problemas”

La investigadora de CONICET que forma parte del grupo denominado DILE, habló en la 99.9 sobre las herramientas que proponen para acompañar la alfabetización: “Hay que cambiar lo que no da resultado”, agregó.

La educación está atravesando un momento delicado. Años de atraso y de sistemas que no funcionan están empezando a ser expuestos con absoluta claridad por parte de los profesionales que se especializan en la enseñanza.

Desde DILE, un grupo de docentes e investigadores en Lectura y Escritura, Lorena Canet Juric habló en la 99.9 sobre las herramientas que proponen para acompañar la alfabetización de los niños: “somos un grupo de trabajo de distintos puntos del país y trabajamos hace años sobre temas vinculados a la escritura. Queremos concientizar sobre la disonancia que tenemos en relación a la forma que tiene el país de enseñar la lecto-escritura y no ha dado los resultados esperados a pesar de que los fines eran loables. Las pruebas que nos toman indican que estamos muy bajos en niveles de alfabetización”.

Para los especialistas, hay que dejar los métodos que parecían innovadores pero no han hecho más que ralentizar la enseñanza de los niños: “si abrís el cuaderno de un chico de primero o segundo grado donde se trata de fortalecer el aprendizaje de la lectoescritura; es difícil ver las herramientas específicas que se están utilizando. No aparecen letras, no aparece lo que llamamos el desgrane de la palabra para que los chicos identifiquen los fonemas que componen las palabras orales. Lo que proponemos es basarnos en la conciencia fonológica para que pueda identificar los sonidos que forman las palabras orales como punto de partida. Bajo ningún punto de vista significa que no pensemos que la comprensión no debe enseñarse, sino que nuestro sistema cognitivo funciona de otra manera. Esto no sólo no se enseña, sino que parece mala palabra”.

Lo que advierten además, es que se está eligiendo el camino más largo para la enseñanza y eso genera muchos problemas a futuro: “si eludimos esto, hacemos un camino más largo para la lecto-escritura, tardamos más para todo. Para adquirir vocabulario y en comprender los textos, eso hace que seamos menos fluidos algo que es muy importante”.

Parece de cierta lógica, pero si algo no está funcionando debe ser modificado. La resistencia que encuentran es que no se quiere cambiar lo que no enseña porque quizás, en realidad, ese sea el objetivo final: “hay que cambiar lo que no ha dado resultado. Tenemos que hacer que el chico incorpore vocabulario y durante los primeros años del primario, hay que hacer que lea. Hay una visión romántica de que podemos volver al estado anterior y no es así, porque hay chicos que tuvieron un hueco muy grande en su aprendizaje. Y no tiene que ver sólo con los niños de sectores más vulnerables, estamos hablando de todos los chicos en el país. Ahora hay que aplicar soluciones que funcionen para no seguir acumulando ese problema. La educación se basa, primero, en que aprenda a leer y escribir”.