En el juicio a los siete acusados por la salidera en la que fue baleada la mujer embarazada fueron pasados los videos de las cámaras de seguridad del banco. Allí se observan los movimientos de quienes señalaron a la víctima que luego iba a ser asaltada.
Los “marcadores” de Carolina Píparo aparecieron ayer en videos de seguridad del Banco Santander Río, cuando esta mujer y su madre retiraban el dinero que más tarde les robaría otra parte de la banda, en 2010. El material fue exhibido durante una nueva audiencia del juicio oral, en la que declararon un efectivo policial y un custodio privado del banco, quienes reconocieron que debieron haber alertado a la policía platense, al notar los movimientos sospechosos de los acusados Miguel Angel “Pimienta” Silva, de 43 años, y Carlos Jordán Juárez, de 45. Por su parte, la empleada administrativa Gabriela Blanco dijo, tras ver el video, que le “llamó la atención que (Silva) si está en la fila no vaya a la línea de caja”. Gastón Viaña, otro empleado, coincidió: “Claramente no es normal”.
Las imágenes que se emitieron ayer ante el Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata fueron tomadas el 29 de julio de 2010, cuando Píparo y su madre, María Ema Cometta, fueron al banco ubicado en las calles 7 y 42 de La Plata y retiraron 13 mil dólares y 10 mil pesos. Aunque la sucursal tenía 16 cámaras en ese momento, ayer se exhibieron las imágenes de sólo seis de ellas: dos ubicadas detrás de los cajeros que trabajaron ese día, otra que captó un perfil de los marcadores, una arriba de los cajeros para depósitos y las que enfocan la puerta de entrada y la de la cochera.
La secuencia que interesa al tribunal comenzó a las 11.02, cuando Jordán Juárez entró al banco y cinco minutos después se retiró, sin realizar trámites y cruzándose con Silva. Un minuto después, Píparo y su madre hicieron la fila para la caja, a cargo del tesorero Gerardo Pereda, mientras Silva aguardaba en otra fila, que atendía el cajero Daniel Andrada. A las 11.12, Píparo fue atendida y el tesorero le entregó el dinero. Tres minutos más tarde, Silva abandona la fila en la que estaba primero e iba a ser atendido por Andrada. Ya la habían marcado.
“Hoy hubiese llamado al 911”, reconoció José Antonio Sanfeliu, el policía que en ese momento estaba en la garita del banco, luego de que Fernando Burlando, abogado de Píparo, le preguntara si al ver los videos no le parecieron sospechosos los movimientos de Silva y Jordán Juárez. “Con uno de los monitores se podían ver las dieciséis cámaras, pero eran imágenes pequeñas, en blanco y negro, así que cuando abríamos el banco poníamos las cuatro más importantes”, aseguró.
El fiscal Marcelo Romero le preguntó si podía ir modificando las cámaras para ver distintos sectores del banco y el policía admitió que sí, pero no lo hacía. “Cuando entré (al banco) me dijeron que ellos se manejaban así, que de esas cuatro cámaras que les dije no se movían, yo no toqué nada”, aclaró. Luego comentó que esas cámaras de seguridad “no tienen sonido” y agregó: “Sería bueno que lo tuvieran para ver de qué hablan”.
Por su parte, Hugo Vieira, el custodio de la empresa de seguridad Prosegur que también estaba en el banco ese día, afirmó: “Viéndolo detenidamente (el video) es sospechoso. Hoy pondría en conocimiento (de ese hecho), haría el operativo normal ante un sospechoso”. Para este vigilador el hecho de que alguien entre y se retire media hora después sin hacer un trámite bancario “era algo normal”. Luego reconoció que “es sospechoso” el caso de Silva porque en el video se lo ve “que está primero” en la fila y se retira pocos minutos después de haber entrado.
Ayer también declararon Valeria del Valle, por entonces gerente del banco, quien no recordaba detalles sobre lo ocurrido, y los empleados administrativos Gabriela Blanco y Gastón Viaña. Estos últimos coincidieron en la inusual conducta de los dos acusados dentro del banco. “Si bien la connivencia con los implicados en el robo ya fue descartada, sospechamos que se crearon las condiciones por negligencia para que este hecho suceda”, dijo antes de la audiencia el fiscal Marcelo Romero. También sostuvo que la fiscalía investigará la responsabilidad del banco.
En la sala estuvieron presentes los siete imputados, excepto Carlos Burgos, acusado de ser el autor material. El joven siguió la audiencia desde una sala contigua (ver aparte). Los otros imputados son Luciano López, Juan Manuel Calvimonte y Augusto Claramonte, este último es el único que llegó a juicio en libertad y con falta de mérito. Ayer, Píparo volvió a pedir una condena ejemplar para todos ellos.
Para la fiscalía, el bebé que nació prematuramente y murió luego, tras el balazo que recibió Píparo, era un ser humano y no un feto, por lo que sobre los acusados pesa el cargo de homicidio y asociación ilícita, con una serie de agravantes. Estos cargos implican la prisión perpetua.