María es una vecina que sufrió un asalto en la zona del puerto y decidió compartir lo sucedido en la 99.9: “de los golpes que me dieron en la espalda y la parte baja de los riñones tuve que ir al médico y ahora estoy con tratamiento. Nunca imaginé que me iba a pasar esto”, relató. 
El jefe de la policía local, Fernando Telpuk había advertido en la 99.9 que los arrebatos son la forma de robo que mantiene un nivel importante en Mar del Plata y preocupa a muchos vecinos de la ciudad. Apenas unas horas después, María, una vecina de la ciudad decidió dar su testimonio del robo que sufrió a través de la misma emisora.
“No sólo me robaron sino que me golpearon. De los golpes que me dieron en la espalda y la parte baja de los riñones tuve que ir al médico y ahora estoy con tratamiento. Nunca imaginé que me iba a pasar esto”, dijo al iniciar su relato.
Todo sucedió en el contexto de lo que se denomina como salidera bancaria: “salí del banco después de hacer un depósito, retiré dinero que no puse en la cartera y se ve que me estaban observando. Cuando llego al auto veo a dos hombres grandotes de como un metro ochenta. Me pidieron el dinero dos veces y no me negué, pero pensé que me iban a pedir el auto también”.
Como tardó un poco más de lo que los ladrones pretendían, comenzaron con la violencia: “me pidieron el dinero que saque del cajero y me quedé fría, me lo repitió y le dije que sí. No lo hice tan rápido y ahi me empezaron a pegar en la columna y los riñones. Fueron trompadas secas, parecían tener experiencia en esto”, remarcó María.
Incluso al comentar la situación que debió atravesar y que no pasó a mayores, se enteró de que “es una banda que se dedica a robar, que le sacan las bicicletas a los chicos, roban celulares y golpean a las mujeres”. Esta vez, María decidió avanzar en el camino legal para que la justicia pueda darle una respuesta: “hice la denuncia, ayer fui a ver a mi abogado porque supuestamente hay cámaras en la zona. Es tan engorroso todo que te terminan abatiendo”, remarcó.
También habló sobre la ausencia policial en los momentos en los cuáles se necesita de los servicios policiales: “cuando te pasa algo así no hay ningún policía cerca. El otro día por mi casa, una bandita de 6 pibes querían robarle a un chico y llamamos al 911. Tardaron 15 minutos en venir y ya le habían sacado las zapatillas, el pantalón y le habían roto toda la cara”, recordó.
El contexto en general es de impotencia porque se trabaja mucho para vivir medianamente bien y en unos segundos, los ladrones te dejan sin nada: “estamos ante una desprotección terrible porque me quedé llorando contra el auto pensando “si me robaste para que me golpeas”, todo por dos desadaptados, lacras, resentidos sociales, ratas que viven de lo que uno se sacrifica. Trabajo 16 horas por día y tengo la suerte de tener trabajo, pero no te sirve de nada porque saqué plata para pagar los impuestos y me dejaron sin nada”, finalizó.