Más controles para los violadores liberados

El próximo miércoles se aprobaría en la Cámara de Diputados, la denominada “Ley Bargna” que prevé mayores controles para los ofensores sexuales que gocen de salidas transitorias de cualquier tipo. Entre las medidas, se anuncia que se colocarán pulseras electrónicas.

Todo parece indicar que el próximo miércoles en la Cámara de Diputados de la Nación, se convertirá en ley el “regimen complementario de reinserción para condenados por delito contra la integridad sexual”, que ya tiene media sanción en el Senado. Lo que se contempla en este proyecto son mayores requisitos para que este tipo de detenidos logre salidas transitorias de la cárcel (un fin de semana, por ejemplo), una “semi” detención (algunos días para salir a trabajar y volver a dormir al penal), la libertad condicional o la prisión domiciliaria.
La primera medida que plantea tiene que ver con la necesidad fundamental de que un equipo multidisciplinario (médicos, psicólogos, asistentes sociales) considere si los beneficios que pide el preso son viables, es decir que los informes que recibe el juez de Ejecución para resolver la solicitud sean más explícitos en relación al posible riesgo de que el detenido repita su conducta.
Otra de las incorporaciones que aparece como novedosa tiene que ver con el control de la persona que se deja en libertad. Para esto se establece “la colocación de un dispositivo electrónico de control”, como una pulsera electrónica de monitoreo a distancia. “Sólo podrán ser dispensados por decisión judicial previo informe de los órganos de control y del equipo interdisciplinario”, dice el proyecto.
También se le da un lugar a la víctima del delito en esta nueva ley, que deberá ser escuchada aunque su opinión no será vinculante. Además, el detenido por su parte, deberá recibir sí o sí tratamiento en su lugar de detención y tendrá que tener una entrevista con el juez antes de que éste decida si le da un beneficio.
La norma, que viene a modificar la ley 24.660 de Ejecución Penal, es conocida como la “ley Bargna”, por Soledad Bargna. Es el caso de un violador con salidas transitorias, vecino suyo en un edificio de Caballito, que la asesinó en mayo de 2009. El proyecto fue presentado oportunamente por Diana Conti y Carlos Kunkel después del crimen de la joven.
A pesar de las demoras para su tratamiento, otro caso de similares características fue el que provocó una reactivación del expediente: la muerte en Chaco a fines de octubre de Tatiana Kolodziey (33) por la que fue detenido un violador que acababa de lograr la libertad condicional.
Casi como actividad complementaria a esta nueva ley, próximamente se creará el Registro de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual, un banco que recopilará los datos de las personas con sentencia firme por delitos sexuales y reunirá rastros genéticos sin identificar para ser cotejados en las investigaciones.
El fiscal de Ejecución, Jorge Andrades, explicó que “los delitos sexuales han aumentado exponencialmente en los últimos 20 años , es lo que vemos diariamente, pero no hay números”. A partir del 2009 con el caso Bargna, se creó el Programa de Tratamiento Para Internos condenados Por Delitos de Agresión Sexual (CAS), que hoy funciona en seis unidades del Servicio Penitenciario Federal. Una de ellas es la N° 7 del Chaco (donde había recibido tratamiento quien terminó matando a Tatiana) y otra es la N°12 de Viedma, donde se trabaja en combinación con el Patronato de Liberados de Capital.
“Nuestra tarea es trabajar con el grupo familiar. A veces el interno llega a reconocer el delito, pero la más negadora es la familia. También tenemos un equipo interdisciplinario que los contiene cuando salen en libertad”, contó a Clarín Ines Parodi, coordinadora técnica del Patronato, que mensualmente supervisa a unos 30 “ofensores sexuales”. Las entrevistas suelen hacerse dos veces al mes y el seguimiento dura entre dos y cuatro años. “En siete años de trabajo sólo tuvimos una reincidencia”, señaló Parodi. “Pero una cosa es cuando la persona está en tratamiento, o cuando lo termina, y tiene una familia que lo contiene”