El inmigrante chino Wenjian Liu fue abatido en su coche patrulla junto al agente Ramos
Los miembros del cuerpo de policía de Nueva York volvieron a movilizarse en masa este domingo en el funeral del agente Wenjian Liu, asesinado hace dos semanas en el interior de su coche patrulla junto a su compañero Rafael Ramos. Miles de oficiales de todo el país rindieron tributo en Brooklyn al inmigrante de origen chino en un momento de especial tensión por las protestas contra los casos de violencia policial. La ceremonia se celebró con una semana de retraso porque hubo que tramitar los visados de sus familiares.
Ramos y Liu fueron víctimas de una emboscada el pasado 20 de diciembre en Brooklyn. Los dos policías fueron ascendidos a título póstumo a detectives. El funeral de Ramos llegó a congregar el sábado de la semana pasada a cerca de 25.000 policías y contó con la presencia del vicepresidente de EE UU, Joe Biden. El de Liu, que transcurrió en una jornada lluviosa, también fue multitudinario. Pero esta vez se contuvieron más los ánimos entre los presentes, para no quitar protagonismo al oficial al que se rendía respeto.
La muerte de Ramos y Liu fue el detonante de una dura batalla que sigue abierta entre la NYPD y el alcalde, Bill de Blasio. El demócrata, que presentó al agente como el ejemplo último de la búsqueda del “sueño americano”, repitió que espera que la tragedia se aproveche para preservar la unidad de la ciudad que abrazó a su familia. “Se preocupaba por los demás, por eso se hizo policía”, añadió el director del FBI, James Comey, “tenemos la obligación de hacer lo posible para proteger a los que nos protegen”.
De Blasio se reunió a comienzos de la semana con los líderes de los cinco sindicatos de la policía, en un intento por reconducir la situación. Fue una primera toma de contacto, dominada por el rencor hacia el alcalde por la retórica que utilizó contra el cuerpo después de que el gran jurado de Staten Island decidiera no emprender acciones legales contra el agente que estranguló a un joven negro desarmado, alineándose con las protestas.
La reunión duró dos horas y de carácter privado. Bill de Blasio se limitó a decir a la salida del encuentro que solo el tiempo dirá si se puede curar la herida abierta. No es el primer conflicto de este tipo que se vive en Nueva York. El sindicato lo que busca ahora es que el alcalde demuestre con sus acciones que respalda a los policías, más allá de las declaraciones que está haciendo desde el asesinato de los agentes Rafael Ramos y de Wenjian Liu.
En la víspera del funeral, el comisario William Bratton mandó una circular a los miembros del cuerpo pidiendo respeto durante la ceremonia y que no aprovecharan la ocasión para hacer una nueva protesta contra el alcalde. En el de Ramos, un grupo integrado por cientos de oficiales dio la espalda a las pantallas en el momento en el que habló Bill de Blasio, como ya hicieron cuando se acercó al hospital el día de la emboscada. Pese a la petición, algunos volvieron a mostrar su enfado.
Liu, de 32 años, llevaba siete en la NYPD. Se casó dos meses antes de ser asesinado por un joven negro que buscaba venganza por la muerte de Eric Garner en Staten Island y de Michel Brown en Ferguson, los dos casos que están en el origen de las protestas contra la brutalidad policial. El gobernador Andrew Cuomo pidió que se aparquen las diferencias. “Somos más fuertes cuando reforzamos nuestra diversidad”, afirmó durante el velatorio.
Hasta 1.100 policías viajaron desde fuera de Nueva York para dar el último adiós a Wenjian Liu, entre ellos 20 oficiales desde Los Ángeles y también desde la vecina Canadá. Consideran que es un momento especialmente importante para demostrar su apoyo hacia los dos agentes asesinados y todos sus compañeros en Nueva York, en un momento de especial tensión por el sentimiento que hay contra todo el cuerpo de policía en el país.