Miracle Village donde la mitad de los habitantes son agresores sexuales

El pueblo ubicado en el sur de Florida, Estados Unidos se encuentra en el borde de los Everglades y a más de tres kilómetros de la población más cercana. Allí, unas 200 personas viven en pequeños bungalows. Más de 100 son agresores sexuales, gente que ha sido declarada culpable y ha servido una pena de prisión por un delito sexual.

Miracle VillageAlgunos de ellos, vieron pornografía infantil o acosaron sexualmente a sus hijos. Otros abusaron de menores, por ejemplo, un profesor, un pastor y un entrenador de deportes. Hay quienes estuvieron en la cárcel por desnudarse en público y varios sentenciados por tener relaciones sexuales con novias que aún no habían cumplido la edad legal.
De acuerdo a la ley del estado de Florida, ninguno de ellos puede vivir a menos de 300 metros de una escuela, guardería, parque o lugar de juegos. Algunas ciudades y condados han decidido extender esas restricciones a 760 metros y en algunos casos han agregado lugares como piscinas, paradas de autobús y bibliotecas.
Miracle Village, les permite estar ahí, y aunque de día pueden viajar, en la noche estos delincuentes tienen que estar en un domicilio que cumpla con las restricciones.
Jerry Youmans, el coordinador de admisiones y delincuente sexual inscrito, le explica a la BBC que constantemente llegan solicitudes de residentes potenciales a Miracle Village, “entre 10 y 20 a la semana”.
“Tratamos de no aceptar gente con historial de violencia o drogas o a personas diagnosticadas como pederastas -alguien que sólo se excita sexualmente con niños-. Queremos proteger a los que ya están aquí y a los que estaban antes de que llegáramos”, agrega.
Edgar Walford llegó cuando el lugar era conocido como Pelican Lake, hace 10 años, donde vivían cortadores de caña y sus familias. Pasó su vida cosechando el azúcar, pero ahora está retirado y pasa sus días cuidando su jardín sembrado de yuca, patatas, bananos y muchas otras frutas y vegetales que regala a sus vecinos.
“Es un lugar muy plácido, nadie molesta a nadie”, le dice a la BBC. ¿Qué opinión tiene de las decenas de agresores sexuales que han llegado en los últimos años? “Son buenas personas. Tengo muchos amigos. Lo único que extrañamos son los niños, y el bus del colegio ya no viene aquí”.
Hay unos pocos chicos que viven en Miracle Village; ya que las leyes de Florida no impiden que delincuentes sexuales vivan en la misma vecindad, aunque los términos de su libertad condicional exigen que no tengan contacto.
Se trata de una comunidad cristiana dedicada a ayudar a los agresores sexuales a reconstruir sus vidas, pero los que no son cristianos también son aceptados. Hay clases de manejo de la ira y se estudia la Biblia. La mayoría de los delincuentes asisten a programas de tratamiento psicológico, tal como indica la libertad condicional.
El alcalde de Pahokee, Colin Walkes, cree que la gente está empezando a aceptar a sus vecinos. “Sé que al principio había mucha oposición, pues se trataba de proteger nuestro principal bien: nuestros niños. Pero estamos avanzando y este es un país de segundas y y terceras oportunidades para la gente que comente errores”, opina.
La detective Courtney Minton, de la Unidad de seguimiento de delincuentes sexuales del condado de Palm Beach, es la encargada de controlar a los agresores sexuales que viven en Miracle Village. Ella se dedica a verificar las direcciones una vez por semana y se asegura de que los residentes registraron todos sus datos de acuerdo con la ley.