El hermano de Eliana, joven que fue atropellada junto con sus dos hijos, indicó en la 99.9 que la justicia no cumplió con la Ley de Víctimas y no los convocó antes de decidir la liberación de Juan Carlos Belasco.
Una vez más, la justicia ha demostrado que no tiene respeto por las víctimas, aún en los hechos más dolorosos para los familiares. El caso de Eliana Nicuez viene a aportar un grano más a las injusticias cotidianas.
El asesino de Eliana y sus dos hijos, Juan Carlos Belasco, recibió 8 años de prisión y después de cumplir 5, logró la libertad condicional pero sin informar nunca a la familia. Así lo refirió Nicolás Nicuez, hermano de la víctima, en la 99.9: “no nos enteramos por decisión judicial, sino por casualidad, nos lo comentó gente conocida del servicio. De hecho, no nos llamaron como marca la nueva ley de víctimas para que nos escucharan en la audiencia para la otorgarle la Libertad Condicional”.
El juez de la causa no estaba a favor de la liberación, pero en la Cámara de Apelaciones poco les importó: “en una primera instancia, Perdichizzi se niega y la defensa del Belasco la apeló y fue la Cámara de Apelación Penal que le otorgan el beneficio a espaldas de los informes penitenciarios que no recomendaban que saliera libre”.
Para Nicuez, se trata de una liberación absoluta porque sabe bien que no habrá control: “no hay prisión domiciliaria porque los controles son escasos o inexistentes. Nosotros por eso decimos que es libertad. No tienen en cuenta el peligro que tiene liberar a una persona que mató toda una familia”.
Además de la indiferencia de la justicia, la familia sufre otro tipo de abandono y que tiene que ver con el estado o aquellos que dicen defender a las propias víctimas: “sería bueno que algún funcionario o Secretaría específica nos llamen para ofrecer su ayuda, las ONG que siempre dicen que ayudan porque hoy hay un asesino suelto en la calle. No hemos recibido ningún llamado, ni apoyo siquiera”.