“No hay superpoblación en Batán”

El abogado Martín Ferrá, habló en la 99.9 sobre la situación del Penal de Batán y, con cifras muy claras, explicó que ninguna de las tres unidades que funcionan allí están siquiera cerca de colmar su capacidad. “En toda Sudamérica la condición es igual, a nivel mundial el delito crece y es evidente”, agregó.

CarcelEl estado de las cárceles en todo el país, pero en especial en la provincia de Buenos Aires y en particular, en el Penal de Batán, todavía siguen siendo un tema a tratar profundamente, porque incide directamente en muchas otras cuestiones del ámbito social.
En la 99.9, el abogado Martín Ferrá, indicó que no hay superpoblación en ninguna de las tres unidades que funcionan en la Cárcel de Batán; pero inicialmente, se refirió a los motivos por los cuáles la cantidad de detenidos ha aumentado, teniendo en cuenta que la mayoría llega desde otras jurisdicciones, por ejemplo, del Conurbano bonaerense.
“Es una política que instauró el gobierno provincial por pedido de los municipios del conurbano bonaerense, pero no sólo con la población carcelaria, sino con la sociedad civil. Los pobladores del conurbano se trasladaron a barrios de ciudades como Tandil, Olavarría y Mar de Plata mismo. Eso genera un corrimiento de la delincuencia y las cárceles del interior se llenan de propios y extraños”, indicó.
Esta situación ha generado que también comiencen a aparecer conflictos: “todo eso genera la “superpoblación”, pero las tensiones empiezan entre detenidos de un sector del país y del otro, generando inconvenientes al personal del Servicio Penitenciario”.
Pero las palabras sólo quedan en eso y las cifras son las que terminan impresionando en la cantidad de personas detenidas. “Argentina tiene 60.000 presos en las distintas cárceles. De esos, 30.000 es decir el 50% se hallan alojados en nuestra provincia. Buenos Aires tiene 57 unidades penitenciarias provinciales, Mar del Plata tiene 3, más los centros de menores”, detalló Ferrá.
La presentación del Hábeas Corpus que terminó en la suspensión para recibir presos en una de las unidades penales, generó curiosidad en el abogado: “me empecé a detener en la problemática del Departamento Judicial. Pude comprobar que en la actualidad, los 3 institutos carcelarios no tienen sobrepasada la capacidad, por lo menos en el cupo administrativo y no en el cupo material. Esto sucedía cuando se creó la Cárcel de Batán, diseñada para 800 plazas, pero con el índice de criminalidad en aumento, se construyó una tarima de cemento en cada celda”. Pero más allá de esa realidad, los números nuevamente mandan: “me encontré con que la Unidad Penal 15 que tiene una capacidad de 1.300 internos, tiene alojados 1.019; la Unidad 44 tiene una capacidad de 372 y hay 265; mientras que la Unidad 50 de mujeres de 96 plazas, tiene ocupadas 76; entonces no hay superpoblación”.
Esta preocupación por cómo funciona el sistema penitenciario, no es nueva para los agentes del sistema judicial: “el Hábeas Corpus no es nuevo en cuanto a la preocupación de los funcionarios judiciales por la situación carcelaria. Esto viene de la mano con principios del garantismo y como contrapartida de la sobrepoblación carcelaria, se habla de la prisión preventiva”.
Mucho se discute habitualmente sobre la manera en la cuál se puede re socializar a un detenido y también, en ese aspecto, Ferrá dio su visión: “si realmente se quiere resocializar a alguien, los legisladores, en vez de legislar tanto garantismo extremo, podrían imponer en la condena el hecho de terminar los estudios primarios y secundarios, estudiar una carrera universitaria, adquirir una profesión, arte u oficio y si no lo hace, no se le concede la libertad condicional, salidas transitorias y mucho menos, dar por cumplida la condena”.
Lamentablemente, si bien en Argentina la situación llega a ser crítica, es una problemática de índole mundial por el crecimiento exponencial de los delincuentes. “En toda Sudamérica la condición es igual, a nivel mundial el delito crece y es evidente. Al margen de los condicionantes de pobreza y falta de trabajo, hay una vocación por delinquir en el ser humano. En el mundo hay 23 millones de personas detenidas por delitos”, finalizó.