El Ingeniero habló en la 99.9 sobre la historia de su familia cuando huyó de Ucrania donde el Homolodor estaba haciendo estragos. Muchas de las características, son iguales a los intentos de Grabois de hacerse con la tierra productiva.
Lo que ha sucedido en el país con los intentos de tomas de tierra para darle los campos a personas que lo trabajen, no es algo nuevo en la historia del mundo. Es parte de una ideología que se extendió durante muchos años en el continente asiático y en Europa del Este.
Uno de los casos más emblemáticos fue el denominado Homolodor que vivió el pueblo ucraniano. El Ingeniero Pedro Mihovilcevich se refirió al tema a través de la 99.9 contando particularmente la historia de su familia que se refugió en nuestro país huyendo de aquellas nefastas prácticas: “Homolodor en ruso tiene una traducción literal que es matar por hambre”, señaló primeramente.
Luego explicó que “la historia lo toma desde el año 1932 al 33. Pero el plan comenzó en 1929, no murieron un millón y medio de personas en un año. Ucrania era un país granero y con carnes y, como el plan político del comunismo se sostiene con la del otro, Stalin quería coptar esos campos para que lo administre el estado, algo similar a lo que pasó acá con Grabois sólo que lo hicieron con el respaldo del ejército bolchevique”.
Ahí es donde el uso de la fuerza entraba en escena: “con esa supremacía de poder, directamente secuestraban chicos para extorsionar a los que tenían campos. Los llevaban a un campo de concentración de niños para que el productor rural produzca para el estado. Es el primer escalón de atrocidad”. Luego continuó: “el segundo, cuando se negaba a entregar la producción, es que iba preso el dueño del campo y la tercera fase, era darle a los militantes bolcheviques los campos. Ahí empieza la hambruna porque esta gente no tenía idea de como producir una papa”.
Claro que todo se desarrolló ante los ojos de mucha gente y había que comprar impunidad mundial para aquello que estaba pasando. Mihovilcevich contó que entonces, “los rusos con apoyo del partido comunista de Canadá, hicieron una campaña negacionista. Se fomentó en todo el mundo comprando medios desde Canadá para ocultar lo que ocurrió en Ucrania”.
Todo esto, no muy lejano en el tiempo, es el testimonio directo de su propia familia que vivió el Homolodor en primera persona: “eran paperos y como ya sabían que venían a quitarle las 30 hectáreas; mi bisabuelo con su señora y 5 hijos deciden irse para Austria abandonando todo. Era un país que estaba revuelto y se van para Croacia pero cuando termina la Segunda Guerra, esa tierra queda en manos de una persona muy cruel y se arma la República de Yugoslavia. Mi abuelo ahí, decide en el año 46 o 47 venirse a Argentina con el primer gobierno de Perón en un pueblo de Santa Fe”.
Las historias que les contaron de aquellos tiempos, tienen casos de crueldad extrema que también utilizó Mihovilcevich para advertir sobre los límites que se van corriendo cuando se quiere imponer una idea: “matar de hambre a la gente es una forma muy cruel de matar. Tengo fotos familiares de como estaba la gente en aquellos años. A un hermano de mi bisabuelo que huye, cuando no lo podían quebrar y prendió fuego el campo, pasó el ejército y le tiraron una papa para cada persona y el cadaver del hijo mayor que pesaba 30 kilos para que pueda comer algo de carne con la papa. Es la ideología en su extremo más enfermizo. Argentina coquetea con esas cosas y no sabemos hasta que grado se pueden llegar a hacer las cosas”.