“Pensé que me había roto la cadera”

Alicia Ares, es una vecina de 72 años de la ciudad que se dedica a ser proteccionista independiente y por intervenir en defensa de los caballos utilizados como tracción a sangre, sufrió un hecho de violencia. El hombre propietario del carro la tomó de los pelos y la tiró al piso. Esta mañana en la 99.9 remarcó la deficitaria atención policial que recibió. 

Carro-a-caballoLa violencia está todo el tiempo presente en las calles de la ciudad de Mar del Plata. Esta vez le tocó vivirla a Alicia Ares de 72 años que dedicó toda su vida a ser una proteccionista independiente, pero en su afán de intervenir, terminó sufriendo las consecuencias.
Esta mañana, Alicia destacó en la 99.9 el hecho que pasó el lunes: “venía de hacer las compras, llegué a Colón y Sarmiento cuando vi un carro con dos niños arriba en la salida de Toledo con un señor que estaba cargándolo. Me acerqué y le dije que tratara de cargar cartón nada más y no lo llene tanto. Este señor cuando me acerco veo que tiene dos o tres termotanques arriba del carro”, relató.
Luego continuó con los acontecimientos: “me dijo que tenía que darle de comer a los hijos y me apuntó que el gobierno no le daba nada. Me empezó a decir que me meta en mis cosas y me puteó. Yo le dije que tenga cuidado porque andamos con gas pimienta encima”. Lo que venía hasta ese momento como un hecho relativamente menor, tuvo un detonante que lo convirtió en algo mucho peor: “en ese momento salió de enfrente una mujer que no vi mas gritando que yo tenía razón, se metió y le dijo de todo al tipo. Después le sacó el freno de la boca al caballo, que lógicamente caminó hasta la esquina. Ahí el tipo me tiró a mi al suelo, me agarró de los pelos y me dejó ahí”.
Como suele suceder con las víctimas de hechos violentos, tuvo que agradecer que no ha sido mucho peor: “pensé que me había roto la cadera, soy una persona anticoagulada y podría haber sido peor. Se quedó con pelos míos en la mano. Desde Toledo se asomaron dos chicos y se reían, eran los que lo ayudaban a cargar”, comentó.
Tuvo que recibir ayuda externa para levantarse y cuando llamó al 911 la respuesta no fue la esperada: “el chico de Havanna me ayudó, me trajo una silla, pero yo no podía caminar. Llamé al 911 desde el celular, vino la policía y actuó muy mal porque ni siquiera me llevaron al Regional. No me trajeron ni hasta mi casa que es a 4 cuadras. Hablaron con el tipo, le tomaron los datos y me pidieron que vaya a la tarde a la comisaría novena”, continuó.
Primero fue a constatar si tenía algún problema de salud grave: “me fui al Sanatorio Avenida y me sacaron las placas, gracias a Dios no tenía fractura, pero tengo un golpe muy fuerte”. Lo cierto es que la policía tampoco le dio las respuestas y todavía hoy la tienen entre idas y vueltas. “Me tuve que ir a la novena, me mandaron a la Vucetich pero no me atendieron. Tengo que ir de nuevo hoy”, anticipó.
Alicia tuvo que pasar un mal momento con la violencia como protagonista, pero tampoco pudo contar con las personas que deben dar una respuesta inmediata ante estos hechos repudiables.